Toluca, Méx.— Con un avance global de 87%, el Tren Interurbano México-Toluca lleva a cabo pruebas de recorrido en las cuatro estaciones ubicadas de Zinacantepec a San Mateo Atenco, y sortea la liberación del derecho de vía solamente en cuatro puntos que no representan ni 200 metros lineales entre Santa Fe y Metro Observatorio, informó Manuel Eduardo Gómez Parra, director General de Desarrollo Ferroviario y Multimodal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
El tren, cuyo proyecto inició en 2014, estará terminado en diciembre de 2022 y comenzará a operar en enero de 2023, para trasladar a más de 230 mil pasajeros al día, luego de un periodo de paralización de obra de casi dos años.
El ferrocarril contará con siete estaciones, cuatro que están casi listas en el Valle de Toluca, ubicadas entre los municipios de Zinacantepec, Toluca , Metepec y en la zona limítrofe entre San Mateo Atenco y Lerma.
Las tres estaciones de la Ciudad de México estarán en Santa Fe, Vasco de Quiroga, ésta a petición de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, así como la terminal en Metro Observatorio, destacó Gómez Parra.
Con una longitud total de 57.87 kilómetros, el Tren Interurbano comunicará en 39 minutos a más de 230 mil pasajeros que diariamente se trasladan entre la Ciudad de México y Toluca.
En los talleres de Zinacantepec hay 30 trenes eléctricos, con cinco vagones cada uno, que tienen una capacidad para transportar a 714 pasajeros, los cuales prácticamente están listos desde 2018 y que antes de entrar en operación deberán pasar por un periodo de pruebas.
Con una inversión estimada de 90 mil millones de pesos, el proyecto se realiza estableciendo acuerdos en negociaciones con propietarios de terrenos por donde cruzará el tren, que en su mayoría quedaron resueltos en el territorio del Estado de México y en la Ciudad, “sólo hay tres o cuatro puntos de conflicto” para liberar el derecho de vía del nuevo ferrocarril, manifestó el directivo de la SCT.
Estos puntos de conflicto que se están resolviendo “no representan ni 200 metros de longitud”, añadió Gómez Parra.
Uno es un predio de una empresa cerca de la glorieta de Televisa en Santa Fe. Otros son dos familias que ocupan terrenos entre las presas Ruiz Cortines y Tacubaya, ya indemnizados.
La cuarta zona es un grupo de comerciantes ambulantes en los alrededores del Metro Observatorio, cuyas negociaciones son seguidas por las autoridades de la Ciudad de México.
Gómez Parra indicó que están buscando alternativas diferentes al puente atirantado, que se puedan realizar en menor tiempo en la zona del manantial y que no resulte dañado.
Este proyecto es un reto en materia de ingeniería, pues va de altitudes de seis hasta 80 metros de altura, donde los trenes deben subir pendientes y tener un sistema especial de frenado; cruzando por un doble túnel de 4.7 kilómetros que atraviesa por debajo de la Sierra de Las Cruces para conectar la zona de La Marquesa con Santa Fe, por lo que cuenta con ventilación especial y 19 compuertas de evacuación de pasajeros, en caso de alguna falla.