Después de lanzar la iniciativa " uniforme neutro ", que permitirá que los niños usen falda y las niñas pantalón en el uniforme escolar , si así lo desean, lo que debe seguir es una discusión sobre la exigencia de los planteles escolares que los varones lleven el cabello corto y las niñas lo usen recogido, consideró el director de la Red por los Derechos de la Infancia en México ( REDIM ), Juan Martín Pérez García.
En entrevista, explicó que desde hace años existe una polémica en torno al uso del uniforme en los planteles, si es necesario o no y para qué sirve.
El debate se centra en que puede significar una posibilidad de homogeneizar y dar identidad en la escuela, además de evitar gasto en ropa para las familias.
El otro extremo de la discusión es que el uniforme rompe la diversidad, puesto que los niños, niñas y adolescentes son diversos.
Ante ello, lo que falta discutir es permitir que los niños usen el cabello largo y las niñas lo lleven suelto.
“También habría que quitar el requisito de que los niños vayan con el cabello corto y las niñas con cabello recogido. El uniforme, cuando se convierte en algo restrictivo, que no permite la apropiación diversa de los adolescentes, tendría que ser restrictivo. No se tiene que heteronormar y tampoco se ha avanzado en el tema del corte de cabello”, dijo.
El juez determinó que el reglamento escolar violaba los derechos a la educación y libre desarrollo de la personalidad.
Pérez García consideró que la medida de implementar el "uniforme neutro" es “muy positiva” y representa un pequeño gesto para avanzar en la igualdad y reconocer a las niñas y adolescentes con plenos derechos como cualquier mujer.
El problema, consideró, es que la medida no es nacional puesto que sólo impactará en la Ciudad de México.
Tampoco hay claridad sobre cuáles serán las medidas de supervisión e implementación y cuál será la instancia ante la cual los niños y niñas o los padres de familia puedan recurrir directamente en caso de que, por ejemplo, un varón quiera usar falda y al director del plantel no le parezca.
Tampoco se abordó, por ejemplo, de qué manera va a funcionar el “uniforme neutro” en las escuelas particulares.
“Es preocupante que en las escuelas sigue sin ser considerada la opinión y voz de los niños. El problema será la implementación: qué sucederá si algún director o directora no permite que los niños vayan con falda, con quién se van a quejar, quién los va a proteger. Es buena señal pero para que sea buena experiencia hace falta claridad, mecanismos de seguimiento y supervisión”, dijo.