La Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro desde su diseño, construcción, operación y hasta por el mantenimiento, arrastraba un cúmulo de problemas.
Incluso, después del sismo de septiembre de 2017, vecinos de la zona advirtieron a EL UNIVERSAL de un posible colapso, pues la estructura quedó resentida.
Tras el sismo, se suspendió el servicio casi 40 días en las estaciones Nopalera, Zapotitlán, Tlaltenco y Tláhuac.
Sin embargo, los trabajos de reparación duraron tres meses y se realizaron inspecciones en columnas por parte de las empresas Carso, Colinas del Buen, T.S.O y Systra, informó el STC.
La inversión fue de 15 millones de pesos, indicó en su momento el entonces titular del organismo, Jorge Gaviño.
En marzo de 2014, el gobierno de Miguel Ángel Mancera decidió suspender el servicio en 12 estaciones, de Culhuacán a Tláhuac, porque las autoridades del Metro, cuyo titular era Joel Ortega, no garantizaban la seguridad de la circulación.
Ese tramo, donde este lunes colapsó la estructura cercana a la estación Olivos, permaneció cerrado año y medio.