La tortillería La Abuela, ubicada en la alcaldía Tlalpan, no sólo es un pequeño local, sino que se convirtió en un rinconcito de esperanza para niños de escasos recursos que no tienen acceso a ninguna herramienta para estudiar en línea.
Para Dalia Ávila, propietaria, la iniciativa de contribuir con quien más lo necesita, nació tras visualizar diversas desigualdades en su localidad, debido a que una gran parte de las familias no cuentan con los recursos tecnológicos para el ciclo escolar.
“Muchos niños no tienen internet, laptop o una televisión para poder ver las clases, yo veía el sufrimiento y estrés de las mamás que tenían que decidir entre el trabajo y la educación de sus hijos”, comenta.
Con una lona, un par de cojines, una pequeña mesa de trabajo, un televisor, una computadora con internet y materiales escolares, creó un espacio para las clases.
“Son cinco niños que han venido, pero tenemos 50, vamos a trabajar por citas porque no podemos tener a tanto niño aglomerado, tenemos cinco cuadernos, pero usamos las hojas del papel de la tortilla con la que envolvemos para auxiliarlos porque no tienen ni cuadernos, cuando no pueden venir desayunados les damos su desayuno”.
Ofrecen caretas, gel antibacterial y cubrebocas con el objetivo de que cada día este rinconcito sea más seguro.
Martha Hernández es una de las madres beneficiada con el apoyo del Rinconcito de la Esperanza, señala que para ella la nueva modalidad de educación a distancia ha sido muy complicada puesto que no cuenta con internet en casa ni mucho menos con algún dispositivo móvil.
“Yo tengo tres hijos y aquí me prestan herramientas para que cada uno tome sus clases, yo trabajo y voy al día, pero con esta nueva modalidad se incrementan los gastos, para mí ha sido muy difícil la situación”.