De los 151 días que han transcurrido de 2024, la (ZMVM) únicamente ha tenido ocho días limpios, de acuerdo con la numeralia de la Dirección de Monitoreo Atmosférico. Esto significa que al corte del 31 de mayo, 5% de los días han estado libres de contaminación.

De manera particular, la Ciudad ha tenido 24 días limpios, mientras que el Estado de México, ocho.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Víctor Hugo Páramo Figueroa, coordinador ejecutivo de la (CAMe), dijo que nos encontramos en la “peor” época del año en cuanto a contaminantes, de ahí que los días limpios sean muy pocos.

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Precisó que esta medición se hace de forma anual, por lo que generalmente en la temporada de lluvias suele haber una recuperación de días limpios, porque hay mayor movimiento atmosférico y disminuye la formación de ozono.

“Son estadísticas anuales, sobre todo aquí por las partículas y por el ozono, sabemos que sus concentraciones son más bajas en la temporada de lluvias, entonces ahí hay una recuperación de días limpios; ahorita estamos en la peor época del año, los días limpios van a ser muy poquitos”, indicó.

Víctor Hugo Páramo Figueroa precisó que esta cifra de ocho días limpios corresponde a todos los contaminantes.

En este sentido, detalló que “hay días donde el ozono está bajo, pero las partículas suben; por ejemplo, el [monóxido de carbono] CO, prácticamente todos los días [de 2024] ha estado dentro de la norma. El dióxido de azufre, dependiendo si es la norma de 24 horas o la de una hora, anda entre 134 y 149 días limpios. Para el dióxido de nitrógeno son 134 días limpios; partículas PM10 son 21 días limpios; para ozono, en toda la Zona Metropolitana del Valle de México hemos tenido 37 días limpios, para la Ciudad de México son 46 y para el Estado de México son 42”.

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“Situación nos deja enseñanzas”

El titular de la Comisión Ambiental de la Megalópolis mencionó que en 2023 hubo 124 días limpios de ozono, que representan 34% de todo el año; para las PM10 fueron 172 días limpios, es decir, 75%, mientras que para las partículas PM2.5, fue de 95% de los días (351).

Advirtió que ante los embates del cambio climático y el aumento de contaminantes en la Zona Metropolitana, es necesario hacer una revisión de los programas que se aplican actualmente, como el Hoy No Circula y el de contingencias ambientales.

Páramo Figueroa también sugirió evaluar los programas para las industrias, que se hicieron principalmente para las partículas PM10 y los óxidos de nitrógeno, sin considerar los compuestos orgánicos volátiles; las gasolinerías, que deben tener procesadores que destruyan los vapores; terminar normas como las de las motocicletas nuevas e impulsar esquemas para realizar actividades sin el uso del automóvil.

“Vamos a tener que echarle una buena revisada a todo esto. Nos está dejando muchas enseñanzas esta situación, me parece que va a ser muy importante que consultemos a los científicos de cambio climático y de calidad del aire. Sin duda alguna, nos esperan sorpresas de muchos tipos, lo que tenemos que hacer en el tema de calidad del aire es prever, necesitamos revisar nuestros programas, acelerar medidas que están en curso, revisar el Hoy No Circula, por ejemplo”, afirmó.

Hasta ahora, la CAMe ha activado 11 veces la fase 1 de contingencia ambiental en la Zona Metropolitana del Valle de México, con lo que se superó la cifra de 2016, cuando se decretó en 10 ocasiones. El mayor número de alertas en fase 1 se registró en 1993, con 12.

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