Martín y Godo son solo dos de los 300 que fueron rescatados por la Brigada de Vigilancia Animal (BVA) de la Secretaría de Seguridad Pública y que, tras ser rehabilitados, ahora esperan ser adoptados por una familia.

Martín, un ejemplar de raza pequeña, fue rescatado de un canal y recibió atención en las instalaciones de la brigada. Ahora se muestra juguetón y con mucha energía.

Godo sufrió un machetazo en una de sus patas delanteras. Foto: Yaretzy M. Osnaya/ EL UNIVERSAL
Godo sufrió un machetazo en una de sus patas delanteras. Foto: Yaretzy M. Osnaya/ EL UNIVERSAL

Godo, un mestizo de talla mediana también está a la espera de ser adoptado, el sufrió un machetazo en una de sus patas delanteras hace aproximadamente dos años, ahora se ha recuperado y es uno de los perros mas activos de la brigada.

Mónica Ballesteros, titular de la BVA explicó que para adoptar a Martín, Godo o alguno de los 300 animales que se encuentran en el lugar es necesario seguir un protocolo para garantizar que la persona correcta sea acreditado de un perro, además de visitas a la casa durante los primeros meses para corroborar el bienestar del animal.

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Martín fue rescatado de un canal. Foto: Yaretzy M. Osnaya/ EL UNIVERSAL
Martín fue rescatado de un canal. Foto: Yaretzy M. Osnaya/ EL UNIVERSAL

“Te ayudamos en Brigada de Vigilancia Animal a encontrar a tu perro que sea tu match perfecto y recordar que todos los perros merecen una casa, pero no todas las casas merecen un perro”, indicó.

Señaló que el principal objetivo de la brigada “no es que los perros se queden aquí, sino que tengan un destino y que se puedan ir con una familia (...), a medida que la sociedad compre menos perros y adopten más vamos a darle una solución a este problema y tenemos un límite máximo que 350 perros”.

Foto: Yaretzy M. Osnaya/ EL UNIVERSAL
Foto: Yaretzy M. Osnaya/ EL UNIVERSAL

A lo largo de los años en los que ella ha estado al frente de la Brigada Mónica Ballesteros y su equipo han atendido casos de todo tipo de maltrato y abuso animal recogiendo un promedio de entre 10 y 15 perros nuevos cada semana y alrededor de siete adopciones semanales.

“Sí nosotros respetamos a los animales, vamos a tener una sociedad más sana porque el maltrato animal es un reflejo de un tejido social dañado, una sociedad sana no daña a sus animales ni a los niños ni a los adultos mayores ni a las mujeres (...) lo mejor que podemos hacer como sociedad ante esto es adoptar y darle una buena vida a un animal que ya vivió una horrible”, concluyó.

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cr

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