Manuel no resistió la idea de ser abandonado nuevamente por su esposa y esta vez habría decidido asesinarla , para luego suicidarse, dejando huérfanos a los seis hijos que procrearon juntos, en la colonia Zacatenco, en Tláhuac.
Aunque Manuel y Rosa vivieron juntos por más de dos décadas, él siempre desconfiaba de ella por su trabajo como empleada doméstica y cuando se emborrachaba la agredía.
A finales de diciembre, los reclamos orillaron a Rosa a separarse; sin embargo, ella decidió darle otra oportunidad con la condición de que confiara, dejara el alcohol y buscara un empleo estable.
Fue así que Rosa regresó hace un mes, pero se dio cuenta que su esposo seguía igual y decidió separarse definitivamente para irse a vivir a Morelos con sus hijos.
A escondidas, la madre y sus hijos preparaban la mudanza, pero lo notó Manuel, quien la mañana del viernes aprovechó la salida de sus hijos mayores para dormir con un somnífero a los más pequeños, mientras acuchillaba a la mujer.
Cuando los hijos mayores volvieron al departamento, en la Unidad Habitacional Nueva Tenochtitlán, encontraron a sus hermanitos aún bajo los efectos de la sustancia y a sus padres —ambos de 43 años— sin vida en su recámara.
Rosa estaba sobre su cama y Manuel se colgó de un clóset. Las autoridades investigan si también vertió somnífero en alguna bebida de la mujer.
Fueron sus propios hijos quienes pidieron ayuda a los números de emergencia de la ciudad.
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