Más Información
En plena Navidad, asesinan a Francisco Bañuelos, subsecretario de ganadería en Zacatecas; Fiscalía investiga los hechos
Vía Facebook citan a familia para venderles un auto en oferta; banda roba y dispara a matar al padre
Llega Navidad para choferes y repartidores; publican en el DOF decreto para derecho a seguro médico, indemnización y utilidades
Esto es lo que sabemos sobre la huelga de trabajadores de Starbucks en EU; estas son las condiciones por las que luchan
metropoli@eluniversal.com.mx
La Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJ) solicitó a la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) revisar las actividades de las cuentas del estudiante Leonardo Avendaño, como parte de las pesquisas complementarias fijadas por el juez de Control.
“Hemos pedido información, sobre todo de su actividad económica: cuentas que todavía no nos las dan. De entrada va la Unidad de Inteligencia Financiera, son los que nos están ayudando”, destacó la procuradora Ernestina Godoy.
Refirió que volverán a hacer diligencias tanto en los alrededores como en el interior del domicilio del imputado, el cura Francisco Javier “N”, para recabar más pruebas.
“Nos dieron tres meses para la investigación complementaria, lo vamos a hacer, nos faltan algunas pruebas que necesitamos recabar”.
En cuanto al presunto cómplice, dijo que “aún no tenemos nada, entendemos que alguien fue por él; se ha reservado [el sacerdote su derecho a no hablar]”.
Sin embargo, la controversia en el caso Avendaño continúa. Durante la audiencia celebrada el lunes pasado se dio a conocer que el diácono fue amenazado luego de que el universitario interviniera en una discusión de pareja.
Así lo manifestaron los testigos presentados por la defensa para tratar de exculpar a Francisco “N”.
Los abogados del imputado también revelaron al juzgador que en la escena del crimen se encontraron dos bolsas con “polvo blanco”, una estaba en el pantalón del ahora occiso y la segunda dentro de su auto.
Con ambos argumentos, la defensa del sacerdote busca demostrar que el homicidio pudo tener otros “tintes”. Tanto las presuntas amenazas como la supuesta droga en las ropas de Leonardo fueron desechadas por el juzgador.