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Desde febrero pasado, la señora Maricela Aguilera Pantoja dejó de recibir los mil 250 pesos mensuales que le daba del Gobierno de la Ciudad de México como apoyo para la compra de su despensa; en marzo, a pesar de que le fue depositado el dinero, ninguna tienda le recibió la tarjeta.
La vecina de la alcaldía Gustavo A. Madero acudió a las oficinas donde realizó la inscripción al programa de Pensión Alimentaria para Personas Adultas Mayores de 68 Años, Residentes en la Ciudad de México, en el módulo Valle Madero, donde los empleados le informaron que no sabían sobre el destino del plan, pues sería cancelado en abril.
“Busqué una explicación en la Secretaría de Bienestar, porque a otros vecinos les dijeron que el dinero sería depositado a través de los programas del gobierno federal y fui a investigar qué trámites debía cumplir para ser beneficiaria”, explicó Maricela.
La señora de 70 años de edad, contadora de profesión, dijo que en las oficinas del gobierno federal le explicaron que el dinero que recibía cada mes sería cancelado de forma definitiva y sólo quedará como beneficiaria del programa de atención para adultos mayores de 68 años en adelante, que entrega el gobierno federal.
“Lo que no entiendo es qué tiene que ver un programa con otro, me quedaré con mil 250 pesos menos para comprar mi despensa. Era una gran ayuda porque no soy pensionada, a pesar de que trabajé toda mi vida nunca fui derechohabiente, ya que al tener que trabajar menos horas, porque estaba encargada de mis hijos, ningún patrón me respetó los derechos laborales”, precisó.
Recordó que comenzó a recibir la pensión del gobierno federal porque la jubilación de su marido no es suficiente para solventar los gastos de su casa, por lo tanto decidió inscribirse a este esquema de atención para personas que aunque se desempeñaron profesionalmente, no accedieron a una pensión.
Además, cuestionó que los empleados no conozcan cuál es la situación del programa, toda vez que algunos dicen que respetarán el depósito que llegó en marzo y otros que definitivamente ya no sirve la tarjeta con la que podían comprar la despensa.