Ecatepec, Méx.— Ninguna persona que ha robado agua con fines de lucro de las redes hidráulicas del Estado de México ha sido sentenciada desde 2022, cuando el Congreso local aprobó una reforma al Código Penal para castigar hasta con ocho años de cárcel a esos infractores; en cambio, el huachicoleo, en el que participan organizaciones delictivas, continúa sin control, principalmente en el municipio de Ecatepec, donde miles de habitantes deben comprar ese líquido obtenido ilegalmente.
Según datos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), del 16 de septiembre de 2023 al 15 de septiembre de 2024 se presentaron 37 denuncias por el delito de robo de agua, lo que representa más de 85% con respecto al mismo periodo de 2022 a 2023, pero ni una sola de las carpetas de investigación se judicializó.
El delito no amerita prisión preventiva, por lo que cuando es presentado ante el Ministerio Público un supuesto infractor, lleva el proceso en libertad y paga el líquido robado, tras un acuerdo reparatorio.
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Ecatepec, Coacalco, Cuautitlán Izcalli, Chalco y Nezahualcóyotl son los municipios en los que se han registrado las querellas, de acuerdo con la fiscalía mexiquense.
La diputada local del PVEM, Miriam Silva, presidenta de la Comisión de Recursos Hidráulicos de la Cámara de Diputados del Estado de México, anunció que promoverá en unos días más una iniciativa para que se sancione con rigor a los que se roban el agua, porque la reforma que se aprobó en la pasada Legislatura presenta inconsistencias legales, las cuales permiten que los infractores no pisen la cárcel.
“Pareciera que el tipo penal es imposible de acreditar en la fiscalía y eso hace que al día de hoy no encontramos a alguna persona sentenciada por este delito, no obstante que a la luz del día se roban el agua.
“No es un tema ni siquiera de la fiscalía, es un tema que el propio tipo penal es casi imposible la acreditación del delito, estamos revisando esa legislación porque, a nuestro parecer, hay que modificarla para simplificarla, porque, para empezar, el delito es de querella, si es de querella un ciudadano tendría que ir a denunciar casi en flagrancia cuando venden y pagan el agua y entonces en ese momento podría acreditarse el tipo”, señaló.
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El diputado local de Morena Octavio Martínez consideró urgente que se sancione a los huachicoleros del agua, porque Ecatepec es uno de los municipios del país donde más se comercializa el líquido en perjuicio de miles de habitantes que carecen del servicio.
“Esa reforma no funcionó. Es evidente que la tipificación del delito de robo de agua es imprecisa, se debe replantear la redacción de este artículo a efecto de que no haya interpretaciones y que la persona que comete ese delito sea punible, sin interpretación, no solamente el que extraiga, el que traslade, el que comercialice, el que participe en esta conducta, que es un engranaje delincuencial donde participan autoridades municipales, de seguridad y estructuras delincuenciales”, comentó.
Agua que no has de beber…
Saca de su bolsa unas monedas y se las entrega a un hombre de sudadera oscura que tiene cubierta la cabeza con el gorro, tal vez para taparse de los rayos del sol o para tratar de ocultar su rostro por completo; también utiliza un cubreboca.
El hombre estira la mano y guarda lo que recibió, jala una manguera que estaba tirada en el piso de la que sale agua potable y llena los tambos del otro sujeto que le pagó por el servicio prestado. El sujeto de sudadera oscura se encarga de operar una de las tomas clandestinas que se ubican en la Quinta Zona de Ecatepec, una de las áreas con mayor escasez del líquido desde hace varios años.
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A la colonia Polígonos 3 sólo una barda perimetral la separa del Circuito Exterior Mexiquense, por el que circulan miles de vehículos todos los días, pero los conductores no se dan cuentan de que ahí se roban miles de litros de agua, casi los 365 días del año.
En ese punto hay varias mangueras conectadas a motobombas que extraen el líquido de la red hidráulica del municipio para llenar los tinacos, tambos, cubetas, bidones y cualquier recipiente que llevan todos los que saben de su existencia y de que no hay restricción para cargar las veces que lo deseen.
Pegado a la barda perimetral que impide ver la operación de la toma clandestina, hay una casa de campaña improvisada que cubre con plásticos el sol para que el sujeto de la sudadera oscura se resguarde mientras llegan los vecinos a llenar sus contenedores y otros para comercializarla después.
“Una práctica difícil de enfrentar”
Elí Benjamín Hernández, director del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Ecatepec (SAPASE), reconoció que el huachicoleo de agua es grave, porque en cada uno de los puntos que operan de manera clandestina se hurta de 20 a 25 litros por segundo, lo que repercute en el suministro a las familias, las cuales se quedan sin líquido en sus redes y tienen que comprarla a quien la roba.
“Necesitamos la participación de la policía estatal, federal, la misma Guardia Nacional, para que sean operativos exitosos y se puedan desmantelar estas bandas grandes que están afectando la producción del agua del subsuelo en la Quinta Zona”, puntualizó.
En esa área del municipio las autoridades tienen detectados cuatro puntos, pero cuando se acercan los funcionarios del organismo para cerrarlas representa un riesgo para ellos.
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“Hay desde intimidaciones, persecuciones a las unidades oficiales del gobierno municipal y hasta gente armada que ha salido a reclamar que ellos son los propietarios, que es su infraestructura, que nos vayamos y aunque nos acompañe seguridad pública son pocos los casos exitosos, por eso requerimos la ayuda de otras instancias de gobierno y de seguridad”, detalló.
Entre 2023 y lo que va de 2024 las autoridades locales han suspendido entre cuatro a cinco tomas ilegales en la Quinta Zona y en las partes altas. Cuando el SAPASE mete más agua a la red, los huachicoleros emplean bombas más potentes para hurtarla y obtener mayores ingresos, mencionó.
La alcaldesa electa de Ecatepec, la morenista Azucena Cisneros Coss, quien iniciará su gestión el 1 de enero de 2025, ya tiene un diagnóstico de lo que ocurre.
“Hay huachicol que no se ve, hay huachicol de empresas, lo que se aprecia a simple vista es lo menos que ocurre, porque existen tomas y derivaciones clandestinas, lo que no se ve es lo más grave”, reveló y, por ello, cuando asuma pedirá a la Conagua y la CAEM una supervisión de las redes que existen en el municipio de donde se extrae de manera ilegal el líquido.