Valle de Chalco, Méx.— Este será el cumpleaños más triste para Fernando. Para festejar su mayoría de edad, este domingo 9 de mayo, su madre Angélica Segura Osorio había pedido permiso en la zapatería en la que trabajaba para hacerle una comida y celebrar sus 18 años de vida.
Eso ya no ocurrirá porque Angélica, de 43 años de edad, fue una de las 26 víctimas mortales del accidente registrado el lunes pasado en la Línea Dorada del Metro y su partida dejó un profundo dolor en su familia.
En el patio de su vivienda, ubicada en la colonia San Miguel Xico 3, perteneciente al municipio mexiquense de Valle de Chalco, aún están colocadas decenas de flores en el espacio donde estaba su ataúd, antes de que lo llevaran a enterrar el jueves pasado al panteón municipal, que fue ampliado por el ayuntamiento denido a la pandemia de Covid-19.
“Angélica: Hoy tu alma bella descansa y nunca me olvidaré de ti, quiero ganarme el cielo porque sé que tú estás ahí”, dice una frase que acompaña a una fotografía de la esposa, madre de dos hijos y abuela de un pequeño, que está rodeada de cirios y veladoras.
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A un lado de la fotografía de Angélica, quien el 15 de junio cumpliría 44 años, hay una placa de madera en la que su esposo, hijos, nieto y familiares, la recuerdan con cariño y también hay una cruz de cal que permanecerá hasta que se cumpla el novenario de su muerte.
Su esposo, Amadeo, de 49 años de edad, y su hijo Fernando están inconsolables. “Es un dolor, una angustia, es una tristeza lo que pasó, pero no nos queda de otra más que echarle muchas ganas y pedirle a Dios que nos dé mucha fuerza y salud para seguir adelante”, dijo Amadeo.
El padre de los dos hijos de Angélica, quien no puede caminar por una fractura que tiene en un tobillo, y al que han sometido a cinco operaciones, otra de páncreas, es diabético y aún no sabe si el cáncer pulmonar que padece desde hace varios años sigue en su cuerpo, salió a buscar a su esposa la noche del lunes a los hospitales porque vio el accidente en la televisión y no les contestó las llamadas ni los mensajes que le enviaron.
Utilizó muletas en su peregrinar por las clínicas donde habían llevado a los heridos del percance que se presentó a las 22:22 horas del 3 de mayo, pero el nombre de Angélica no aparecía en las listas que dieron a conocer las autoridades capitalinas.
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Sin saber nada de ella, regresó a su casa a las siete de la mañana del martes. Con Fernando y su hija Marlén de 26 años fueron a los ministerios públicos de Iztapalapa porque les dijeron que allá estaban algunas de las personas que habían fallecido por el siniestro.
“En Iztapalapa 6 el personal nos dijo que había una persona con las características que yo les di y sí, ya rápido me atendieron y el perito o el fiscal nos mostró unas fotos y sí era ella”, contó Amadeo.
La reconocieron por el uniforme que utilizaba en la zapatería en la que laboraba, que está ubicada en la calle de Corregidora del Centro Histórico de la Ciudad de México, de la que salió a las 21:00 horas para dirigirse a su casa en Valle de Chalco.
Angélica antes para ir a su trabajo y retornar a su domicilio utilizaba una ruta que iba por la autopista México-Puebla y por la calzada Ignacio Zaragoza, pero por inseguridad, pues la asaltaron dos veces, decidió cambiarla y desde hace varias semanas se trasladaba por la Línea 12.
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La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, se comunicó personalmente con Amadeo para darle las condolencias y ofrecerle el apoyo oficial.
Los gastos funerarios fueron pagados por las autoridades capitalinas. Amadeo y su familia viven en Valle de Chalco, pero hasta ahora ningún funcionario del Estado de México se ha acercado con ellos.
Angélica era el principal sostén económico de su hogar, su esposo no trabaja por las enfermedades que padece y su hijo Fernando tampoco, pues actualmente estudia el bachillerato. Marlén, la hija mayor, está casada y vive en otro domicilio.
Aunque le den indemnización a su familia, Angélica no podrá regresar con ellos.
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“Se podría investigar todo, pero para qué, la vida de los fallecidos nunca va a regresar, entonces les corresponde investigar, pero conforme a la ley que existe, pues que a sus familiares se les haga justicia; aunque sepan la verdad, la vida de los fallecidos jamás la van a regresar, esto ya quedó en la historia, para que las autoridades tomen cartas en el asunto de cualquier transporte público, [para que] se apeguen a la revisión de todo”, comentó.
El cumpleaños de Fernando será triste, pero también el Día de Las Madres, porque Angélica no estará con ellos.