“¿Quién se sube conmigo?”, dijo la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, antes de pasear por el Zócalo en un Tsuru blanco modelo 2017, similar al que tenía el presidente Andrés Manuel López Obrador cuando fue jefe de Gobierno en el 2000, pero este es eléctrico.

Entre risas, la mandataria realizó una prueba de manejo para cerciorarse que este prototipo, creado por científicos de la UNAM, funcionara correctamente, debido a que planean fabricar masivamente vehículos con estas características junto con la iniciativa privada.

Sheinbaum se subió al auto, el cual no hizo ningún ruido al encenderlo como lo haría un motor de combustión y puede alcanzar una velocidad de 120 kilómetros por hora. Acomodó su asiento, el retrovisor y se puso el cinturón.

Se detuvo en el semáforo de la esquina con 20 de Noviembre y dejó pasar a los peatones, quienes no notaron su presencia.

A la jefa de Gobierno no le bastó una vuelta, sino tres. Bromeó: “Ahora soy chofer de reporteros”, ya que fotógrafos y camarógrafos se subieron a la unidad.

Tras la propuesta de los científicos de que Sheinbaum utilice el auto, que tiene un costo de 450 mil pesos, la mandataria dijo que lo va a usar, pero revisará, puesto que este tipo de vehículos necesita un centro de carga.

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