El director general del Metro, Guillermo Calderón Aguilera, aseguró que entre 2019 y 2021 se realizaron 325 acciones de mantenimiento en el tramo Olivo-Tezonco de la Línea 12 del Metro, que colapsó el pasado 3 de mayo y dejó un saldo de 26 personas muertas y 80 lesionados.
Además, entre septiembre y diciembre de 2019 realizaron un amplio monitoreo e instrumentación sistemática de la Línea 12, sobre todo en el tramo elevado “y no fue detectada alguna irregularidad”.
Así lo establece en las 58 respuestas del cuestionario parlamentario que, el 4 de junio pasado, los diputados locales le hicieron llegar a la entonces directora general de ese sistema, Florencia Serranía Soto, quien no alcanzó a prepararlo, aunque el nuevo funcionario lo presentó a cinco días de llegar.
Sin embargo, Calderón Aguilera no establece las posibles causas que provocaron el percance del pasado 3 de mayo en la Línea 12, así como también refiere que el seguro del Metro otorgó indemnizaciones a 23 familiares de los deudos por una cantidad de 870 mil pesos, en el que se incluye a dos menores, lo que representa un monto de 20 millones 445 mil pesos.
En la mayoría de las respuestas el funcionario sostiene que todo el trabajo de mantenimiento realizado por el Sistema de Transporte Colectivo (STC), desde su reapertura en 2015, “estuvo fundamentado en el manual de la empresa Systra”, por lo que las evidencias y demás acciones efectuadas hasta el momento, “fueron turnadas a la Fiscalía General de Justicia capitalina”.
Sobre la pregunta ocho de los diputados del PAN, relacionada con las bitácoras, golpeteos y ocupación indebida del paso del tren con pasajeros, el funcionario volvió a remitirse al Manual de Mantenimiento de la empresa Systra, pero precisó que “no hubo reporte de avería en la interestación Olivo-Tezonco” el día del derrumbe del tren.
También rechaza que en 2020 se haya registrado un subejercicio en el tema del mantenimiento y precisa que, debido a la caída de usuarios por la pandemia, el Metro registró una pérdida de 2 mil 872 millones de pesos por el cobro de viajes, lo que representó una baja de 34% de lo originalmente presupuestado.
“La reducción en la recaudación se compensó con un incremento en las aportaciones de la Ciudad de México, por un monto de mil 192 millones de pesos, que representó 20% de aumento con lo originalmente aprobado” en el paquete económico de ese año, explicó Calderón.