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A casi tres meses de que las autoridades capitalinas declararon el fin de la emergencia sanitaria por Covid-19, el uso de cubrebocas en la Ciudad de México es poco frecuente, incluso en espacios cerrados.
Aunque la recomendación es la de mantener su uso en espacios cerrados, es habitual ver a las personas sin la mascarilla en el transporte público o en tiendas comerciales, entre otros lugares.
Una familia que salió de un restaurante de la calle de Madero dijo a EL UNIVERSAL que ya no sienten el mismo temor al virus que hace dos o tres años, en los momentos más álgidos de la pandemia.
“Ya sólo uso gel si voy a comer algo, pero sí, es cierto, ya casi no me pongo para entrar a todas partes”, comentó Gustavo, padre de familia, quien porta el cubrebocas sin asegurarse de cubrir de forma correcta nariz y boca.
“Antes sí me salía de la oficina con el cubrebocas puesto y no me lo quitaba sino hasta que me metía a comer o hasta que me traían el pedido”, mencionó otra capitalina a su salida de un restaurante. “Ahora sí lo traigo, pero ya no. A veces hasta se le olvida a uno de ponérselo, pasó el temor”, añadió.
Para usuarios del Metro y del Tren Ligero pasó de noche la recomendación que lanzó la UNAM para utilizar cubrebocas en lugares cerrados o con poca ventilación, la cual también es sugerencia de la Secretaría de Salud local (Sedesa).
Durante un recorrido por ambos medios de transporte, se pudo constatar que a pesar de la aglomeración y la cercanía entre los usuarios, únicamente dos a tres personas portaban la mascarilla.