El Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC) reconstruye y amplía la capacidad de trenes de la Línea A mediante refacciones de otras unidades; a la fecha ha logrado reactivar dos de siete convoyes que estima poner en marcha para atender la alta demanda de usuarios que transitan de Pantitlán a La Paz.
Según el Segundo Informe Trimestral de Avance del Programa de Mejoramiento del Metro del Fideicomiso Maestro, debido al alza de dos pesos al boleto, estos trabajos han implicado una inversión de 145 millones 188 mil pesos.
Detalló que se reconvirtieron dos trenes que pasaron de seis a nueve vagones. “Se encuentran en operación en Línea A dos trenes convertidos, ambos con una formación de nueve carros con motrices FM-053- FM054 y el tren FM-057- FM-058, lo que refleja un avance de 28.57%, que sólo se podría mantener si se continúan ejerciendo recursos para este proyecto y aumentará cuando se mantengan operando y reincorporados”.
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Indicó que entre las dificultades que padece la línea que conecta el oriente de la Ciudad con el Estado de México es la alta afluencia de pasajeros, conseguir refacciones y falta de mantenimiento mayor a las unidades con alto kilometraje.
Por ello, el Metro tomó la decisión de reconstruir siete unidades para atender el incremento de pasajeros, que pasó de 13 millones 270 mil usuarios en su primer año de operación a 88 millones 85 mil 183 personas en 2022, y en el primer trimestre de 2023, la línea movilizó a 19 millones 461 mil 707 personas.
“El deterioro que presentan los trenes al estar detenidos por más de siete años representa una recuperación complicada, ya que los diferentes sistemas que integran los trenes, en algunos casos se han tenido que cambiar por completo y en otros, modificarlos”, precisó.
La reconversión
El Metro decidió reducir el intervalo de paso de trenes al mínimo posible, hasta donde lo permitía el parque vehicular existente, con el fin de atender la demanda.
“Actualmente, la disponibilidad de trenes de la Línea A se ha visto afectada por la gran cantidad de trenes que se tienen detenidos, manifestándose en largos tiempos de espera de los usuarios para abordar un tren, falta de confort por el hacinamiento de ocupantes en los carros, situaciones que se presentan con frecuencia, por lo que se hace evidente la deficiente calidad del servicio”, reconoció el Metro en dicho informe que se dio a conocer ante el Congreso capitalino.
De los trenes que se encuentran fuera de operación, siete son modelo FM-95A con seis carros, los cuales comenzaron a dar servicio en 1998, “comúnmente son detenidos por averías, debido a la falta de refacciones y alto kilometraje.
“Al no llevar a cabo los trabajos de mantenimiento mayor y puesta a punto de los siete trenes férreos modelo FM-95A, se continuará con la baja disponibilidad en el servicio de la Línea A, situación que se sumará a la disminución en la disponibilidad de trenes del modelo FM-86, que a la fecha ya rebasaron el kilometraje establecido para su mantenimiento mayor, afectando la oferta de material rodante, que es fundamental para proporcionar un buen servicio”, puntualizó.
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El Metro informó que a la fecha, la Línea A cuenta con un parque vehicular de 33 trenes con tres modelos diferentes. Estos circulan y atienden la afluencia de más de 70 millones de pasajeros anuales.
Precisó que se contaban con 11 trenes FM-95A de seis carros; sin embargo, al otorgarse una revisión general a seis de ellos, se decidió utilizar como bando de refacciones cinco por falta de recursos, “con el objetivo de no poner en riesgo la seguridad de los usuarios”.
El Metro indicó que el fabricante recomienda la revisión general a los 750 mil kilómetros y los trenes mencionados contaban con más de un millón de kilómetros.