Naucalpan, Méx.— Bolsas y cajas con basura se acumulan en esquinas, puertas y dentro de las casas de habitantes de este municipio, luego de más de dos meses de clausura del relleno sanitario de BioMerik por incumplir la normatividad ambiental y de que cerca de 600 toneladas al día de desperdicios se trasladan al municipio de Cuautitlán Izcalli.

“Pasan días y hasta una semana y el camión de la basura no pasa”, señalan de forma reiterada vecinos de fraccionamientos como Colón Echegaray, El Mirador y Las Américas, entre otras comunidades.

Los montones de basura se acumulan en esquinas, en las canastillas que hay en la calle frente a cada casa y dentro de los domicilios.

Los camiones recolectores de basura ya no pasan diario, han dejado de pasar con la frecuencia con la que lo hacían antes, “y si bien nos va vienen dos veces a la semana”, reclaman de forma reiterada vecinos de Colón Echegaray.

La clausura total del relleno sanitario que opera BioMerik en Rincón Verde realizada por autoridades de la Procuraduría de Protección al Amiente del Estado de México (PROPAEM) el pasado 3 de octubre, obligó a que Naucalpan llevará sus desperdicios al municipio de Cuautitlán Izcalli al confinamiento privado de Tersa del Golfo.

El trasladar la basura a Cuautitlán Izcalli implica más tiempo al recorrer 40 kilómetros adicionales, además de que en aquél relleno tienen que formar fila de horas, por lo que las rutas de camiones recolectores se han prolongado, lo que impide que vayan a todas las colonias, señalaron autoridades de Naucalpan.

Eso ha facilitado la operación de camiones recolectores privados que a cambio de propinas obligadas cubren rutas que han desatendido las unidades del ayuntamiento.

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