Debido a la pandemia por Covid-19, los salones de fiestas de la Ciudad de México han perdido alrededor de 700 millones de pesos por las cancelaciones de los eventos sociales agendados en 2020 y 2021, por lo que este sector busca un respiro con la reapertura de los negocios.
“Jamás nos imaginamos que a un año de la pandemia seguiríamos igual, teníamos eventos reagendados, pero todos ya cancelaron, la gente ahora no quiere eventos, quiere su dinero, porque están muy gastados”, explicó Larisa Navarro, representante de la Asociación de Recintos de Eventos y Banquetes.
Expuso que se tiene una deuda acumulada, entre todos los agremiados, de 360 millones de pesos, principalmente en rentas y pagos de servicios como predial, agua y luz.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Navarro comentó que pese a que el Gobierno capitalino estableció que a partir del 1 de febrero los establecimientos mercantiles con giro de jardín de fiestas podrían rentar sus instalaciones al aire libre para realizar actividades conforme al color del semáforo, sólo han sido 20% los que pueden hacerlo.
“Algunos abrieron como restaurantes, prestaron su espacio para autocinemas, gimnasios al aire libre, clínicas deportivas, o para el comercio al aire libre, pero necesitamos que todos abran, 80% no tienen espacios abiertos y se están ahogando”, dijo.
Destacó que trabajan con las autoridades, entre ellas la Secretaría de Desarrollo Económico y la Agencia Digital de Innovación Pública para reabrir en semáforo naranja, con todas las medidas sanitarias, pues consideró que, al existir las vacunas, ya no habría tanto peligro; no obstante, los mil 400 agremiados están en peligro de desaparecer.
“Si las autoridades no nos hacen caso y no nos dejan abrir a más tardar el 15 de marzo, tendremos que empezar a vender los recintos, porque no podemos seguir aguantando deudas y manteniendo a nuestro personal”, enfatizó Navarro.
La propuesta al gobierno local, misma que están analizando, según el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, es la de realizar reuniones con poco aforo, sin aglomeraciones y cumpliendo el uso de cubrebocas y la sana distancia.
“La propuesta es abrir en semáforo naranja, contamos con protocolos actualizados”.