Mientras todos están preocupados por la pandemia y la crisis, algunos aprovechan la situación para buscar beneficios políticos. Es el caso, nos dicen, del concejal del PT en Iztapalapa, Orlando Reyes Gómez, quien comenzó a regalar entre la población cubrebocas y gel antibacterial. La acción de don Orlando podría parecer muy considerada y generosa de no ser porque el concejal tuvo el poco elegante detalle de poner en los envases su nombre e imagen. ¿En serio creerá el petista que con estos detallazos ganará la simpatía de los habitantes de su demarcación en las elecciones de 2021? Alguna autoridad electoral que no esté en cuarentena debiera tomar nota de esto, pues al parecer Reyes Gómez no es el único que tiene geniales ideas de promoción política durante esta crisis sanitaria.
El coraje de Adrián Rubalcava
El alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava (PRI), está que trina de coraje porque en los pueblos de la demarcación simplemente no creen en los riesgos que representa la pandemia del coronavirus y no están respetando las medidas de seguridad dictadas por las autoridades federales. Resulta que en días pasados, en la comunidad de San Pablo Chimalpa, se celebró la tradicional festividad en honor a la Virgen de los Dolores y cuando personal de la alcaldía y policías intentaron evitar la procesión, la gente se les fue encima golpeando a los uniformados. A don Adrián no le quedó más que dejar asentado el hecho y pasar un trago amargo.
¿Tumban propuesta a alcalde de Cuautitlán?
El edil morenista de Cuautitlán, Ariel Juárez Rodríguez, quiso hacer una buena obra y le resultó contraproducente. Don Ariel propuso reducir 50% del salario al Cabildo y mandos medios para constituir el Fondo de Emergencia Sanitaria Covid-19. Esto para apoyar con despensas a familias que dejaron de trabajar por la emergencia sanitaria y que los productos que las conforman se compren a los comerciantes del municipio para impulsar la economía local. Sin embargo, nos comentan, los funcionarios se opusieron bajo el argumento de que no logran vivir con 50% de su salario. La propuesta, nos dicen, está prácticamente muerta.
