A un año de aplicarse el incremento de un peso a la tarifa del transporte público concesionado, las malas prácticas de choferes continúan, siendo las rutas 1 y 18 las que más infracciones cometieron.
En respuesta a una solicitud de información realizada por EL UNIVERSAL, la Secretaría de Movilidad (Semovi) precisó que mil 161 unidades de 74 rutas fueron sancionadas, 31 de ellas fueron remitidas a un depósito vehicular. En total se efectuaron 720 operativos.
El 15 de junio de 2022, la Semovi aplicó el aumento de un peso a la tarifa, a cambio de que los concesionarios mejoraran la calidad del servicio y cumplir con la licencia tipo C vigente y visible; que las unidades no tengan vidrios polarizados; que conductores usen uniforme (camisa blanca y pantalón oscuro); mantenimiento básico de los vehículos; se garantice la seguridad de su operación con unidades habilitadas con luces, puertas, pasamanos, llantas y frenos, además de que las rutas presentaran un programa de capacitación, con apoyo de la autoridad, para los conductores.
De acuerdo con la dependencia, la falta más recurrente es que los choferes no cuentan con licencia y póliza de seguro.
“Se informa que la falta detectada a los transportistas al momento de llevar a cabo las visitas de verificación es de forma documental, es decir por no traer licencia y póliza de seguro”, refirió.
La Semovi desglosó que entre las mil 161 unidades sancionadas, 693 fueron por falta de licencia, 130 porque el chofer no contaba con el uniforme acreditado y 338 por falta de otros documentos.
Las rutas con mayores sanciones fueron la 18, con 45 unidades; la 1, 38 vehículos; 9, 27; 14, con 26; 2, 22; 15, 21; 56, 20, y la 23, con 18.
Entre las sanciones que aplican, de acuerdo con la Ley de Movilidad, por prestar el servicio sin tener la concesión o permiso correspondiente serán acreedores a una multa de 350 o hasta 450 veces la Unidad de Medida y Actualización (36 mil 50 a 46 mil 350 pesos).
En caso de no contar con licencia de conducir o tenerla vencida, la multa es de 80 a 100 UMA, entre 8 mil 480 a 10 mil 600 pesos.
Este diario conversó con usuarios que abordaron transporte público afuera del Centro de Transferencia Modal Zapata.
“Al principio los operadores respetaban las medidas; sin embargo, con el tiempo se les olvidó. Continúan operando como quieren, no respetan paradas, hablan por celular cuando manejan y algunos portan uniforme, otros no”, manifestó Fernanda.
En tanto, Carmelo, un adulto mayor, comentó que ha visto en este tiempo que los choferes han mejorado su servicio: “Fue un peso el incremento, sí se sintió en el bolsillo, aunque el transporte aquí en la capital es más barato que en el Estado de México. Siento que hay mejor comportamiento de los choferes que en las unidades que circulan por el Edomex”.
Mientras que Carmen remarcó que “el servicio sigue siendo igual, algunos operadores conducen bien y otros como quieren. Sin contar que hay unidades que están en mal estado y así operan. El gobierno debería supervisar mejor las actitudes de los conductores y que los camiones circulen en buenas condiciones”, concluyó.