Caras largas de unos, alegría de otros, pero la mayoría reflejaba desconcierto y hasta temor, pues es su primera experiencia, es el panorama que mostró el salón de plenos del , donde algunos llegaron hasta en silla de ruedas, como Royfid Torres, de Movimiento Ciudadano, para rendir protesta como diputado local.

Aunque ese miedo se acrecentó, luego del discurso que presentó el perredista Jorge Gaviño Ambriz , nombrado presidente de la Mesa Directiva de Decanos, donde criticó la agresión que sufrieron los alcaldes electos de oposición , lo que provocó caras largas de los

“Este órgano plural que conformamos hoy, es producto de un mandato que el pueblo, también plural, nos dio en las urnas. Tenemos la obligación de cumplir, a los que votaron por ustedes y a los que votaron por nosotros, a los que no votaron por ustedes y a los que no votaron por nosotros.

“Lo que vivimos hace un par de días, donde policías disfrazados de granaderos, cercaron el sordo y mudo Congreso, donde alcaldes y alcaldesas electos se manifestaron acompañados de sus huestes, donde se rompió el respeto, fue sumamente riesgoso para la democracia”, afirmó.

Sin importarle tener a su lado al secretario de Gobierno, Martí Batres Guadarrama , a quien los alcaldes electos agredidos responsabilizan de esos violentos hechos, Gaviño Ambriz continuó.

“Si la polarización política aumenta, si se incrementa la confrontación entre los mexicanos, si crece la rivalidad entre los que piensan distinto, si se desperdicia la oportunidad histórica, en lugar de lograr un cambio sin ruptura, lo que se conseguirá es una ruptura sin cambio”, advirtió.

Añadió: “El Congreso no es la arena de la lucha por el poder político, es su resultado, es el espacio en el que la correlación de fuerzas deviene de la voluntad popular, es el espacio de la representación del pueblo y de las aspiraciones de la sociedad capitalina”.

Además, destacó que el Poder Legislativo no es un contrapoder al Ejecutivo, “sino que es la institución republicana que debe ejercer el control de los políticos para el buen gobierno. Si ejercemos con responsabilidad nuestro papel, el Gobierno de la Ciudad tendrá mejores condiciones para desempeñarse mejor”, reiteró.

Y cuando los diputados de , para ponerse de acuerdo de quién le respondería, el perredista sostuvo: “Para la jefa de Gobierno y su equipo, ni obstáculos desde el Congreso, ni alfombras rojas. Ni ataques sin sentido, ni callar y obedecer. Lealtad institucional y no subordinación ciega y personal. La tarea es dignificar la política, construir una mejor ciudad con un mejor gobierno”, insistió.

“Un Estado que odia los razonamientos, se convierte en dogmático. Sólo puede dar lugar al pensamiento único. Esto resulta sumamente peligroso para una democracia, porque un Poder dogmático justifica cualquier sacrificio en pos de su propia supervivencia: se vuelve intolerante a la crítica y a la pluralidad”, enfatizó.

Sin ver el serio rostro de la fiscal General de Justicia capitalina, Ernestina Godoy Ramos, lo mismo que del presidente del Tribunal Superior de Justicia, Rafael Guerra, el perredista sentenció:

“Hago votos porque, a través de la discusión, el diálogo y el debate, logremos constituir un Poder Legislativo sano, íntegro y legítimo para la Ciudad, porque el Poder Legislativo deje de escribir letras muertas y que empiece a vivir. Hay quienes le tienen miedo a la oscuridad, porque no saben que pueden encontrar en la penumbra, es mejor encender una vela que seguir temiéndole a la noche”.

Sin embargo, el legislador del PVEM, Jesús Sesma Suárez, encaró al perredista para decirle que su discurso “es meramente personal, de su grupo político, no del Congreso. Le pido que aclaré que no habló por el Congreso, sino por su partido”, sostuvo desde su curul cobijado con aplausos de los morenistas.

De inmediato pidió la palabra el coordinador del PAN, Christian Von Roehrich, para exigir respeto al presidente de Decanos del Congreso, “porque si quieren mostrar su sometimiento, pues que lo hagan en otro lado. Considero que el diputado Gaviño no le faltó el respeto a nadie y no quieran convertir este recinto en un circo mediático”, espetó entre aplausos de panista, priistas y perredista.

Así fue la llegada

Desde antes de las 8:00 horas, comenzaron a llegar los nuevos diputados, aunque 27 de ellos ya conocían el camino, pues repiten legislatura. Pero eso, todos llegaron con sus mejores galas, hasta los morenistas parecían extraños, pues los caballeros llegaron con trajes obscuros, en su mayoría, y las damas con finos y vistosos vestidos y zapatos con tacón.

Para ese momento, las curules tenían etiquetas de sus grupos parlamentarios, aún así hubo algunos que iban de un lugar a otro, hasta que sus compañeros les indicaba la sección.

Como es la primera sesión, donde los nuevos legisladores rinden protesta, no existe Mesa Directiva, por lo que el coordinador de Servicios Parlamentarios, Alfonso Vega González, como lo establece el Reglamento y la Ley Orgánica del Congreso local, designó a los integrantes de la Mesa de Decanos: Jorge Gaviño Ambriz, como presidente, así como el panista, Federico Döring Casar, y la morenista, Guadalupe Morales Rubio, como vicepresidentes.

Una vez que el secretario de la Mesa de Decanos, Gerardo Villanueva, de Morena, pasó lista informó a la presidencia sobre la asistencia de 65 de los 66 diputados locales, Gaviño Ambriz hizo sonar la campanilla con lo que inició la primera sesión de la Segunda Legislatura.

Sólo no rindió protesta el diputado de Morena, Alberto Martínez Urincho, quien desde el lunes pasado, durante la sesión extraordinaria, dio positivo de Covid-19 y aun así permaneció en el recinto, hasta que la fiebre y demás síntomas le impidieron continuar, pero dejó preocupación en todos sus compañeros, aunque 36 ya no regresaron.

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