En la capital del país hay escasez de muertos, aseguró David Vélez, presidente de la Asociación de Propietarios de Funerarias y Embalsamadores.
En entrevista con EL UNIVERSAL, explicó que esto se debe a que los decesos por Covid-19 han descendido y existe un mejor cuidado de la salud.
Detalló que durante los dos años de pandemia realizaban de 16 a 20 servicios al día, pero ahora únicamente hacen tres o cuatro a la semana, cantidad inferior al trabajo que tenían en 2019.
“Antes de la pandemia en mi agencia funeraria hacíamos 10 o 12 servicios a la semana, en la pandemia se disparó 800% y ahorita, a como estábamos antes de la pandemia, estamos a 10%. Entonces, válgase la expresión, hay escasez de muertos por las atenciones médicas y la gente aprendió a cuidarse”, afirmó.
Vélez recordó que le sorprendió la potencia del Covid-19, lo que propició que surgieran agencias improvisadas. “Visualizaron y pensaron que la pandemia iba a ser eterna y que se iban a volver multimillonarios. Nuestros empleados y choferes se aventuraron a crear su propia empresa”.
Sostuvo que muchas de estas nuevas funerarias ya han cerrado sus puertas y otras están a punto de hacerlo por la escasez de muertos. Precisó que antes de la contingencia sanitaria eran 600 funerarias en la Ciudad, durante la pandemia creció a 900 y actualmente están en 700, aunque “existe la vertiente a que regresemos a unas 500”.
El presidente de la Asociación de Propietarios de Funerarias y Embalsamadores destacó que las funerarias son muy importantes y lo demostraron durante la pandemia, pues gracias a ellas no se colapsó el sistema sanitario y no hubo muertos en las calles.
Además, comentó que aunque nadie los quiere como clientes, son necesarios porque así como se nace, se muere.
Puntualizó que han visto que en épocas de fiesta, normalmente en septiembre y diciembre, las personas tienden a descuidar su salud, por lo que hay mayor mortandad, y por ende un poco más de trabajo para ellos, en los meses de octubre, febrero y marzo.
Frenan desfile de carrozas
Este miércoles se realizó el primer Festival de Carrozas de Día de Muertos en la Ciudad de México, organizado por la Asociación de Propietarios de Funerarios y Embalsamadores; sin embargo, minutos después de haber comenzado fue frenado “por no estar autorizada”.
La caravana, en la que participaron más de 100 vehículos funerarios, tenía la intención de circular desde el Auditorio Nacional al Zócalo. “Nos están amenazando con llevarnos al corralón y levantarnos infracciones”, declaró Miguel Lozano, miembro de la asociación.
Las autoridades capitalinas ordenaron desintegrar la caravana por falta de permisos; los miembros de las funerarias tomaron caminos separados para evitar multas. Ninguno de los asistentes fue multado.
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