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emilio.fernandez@eluniversal.com.mx
Texcoco, Méx.— Inició el Programa de Restauración y Resarcimiento de los daños ocasionados por la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, que fue cancelado por el gobierno federal del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Se instalaron mesas de trabajo en las que participan funcionarios federales, así como residentes de comunidades que sufrieron algún tipo de daño por la edificación del proyecto que comenzó durante el sexenio del ex presidente Enrique Peña Nieto.
Después de que se canceló la terminal aérea, ahora se pretende restaurar los daños que se originaron por la explotación de más de 180 minas en 19 municipios de donde se extraía material pétreo, así como resolver los conflictos legales que se presentaron por la ocupación de tierras de cultivo, afectaciones ecológicas y la escasez de agua potable.
La primera reunión en la que intervinieron servidores públicos de las instancias federales se llevó a cabo el miércoles, informó José Espino Espinoza, investigador de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) y especialista en suelos.
Se instalaron cuatro mesas: en la agraria se resolverán los problemas que se originaron por el despojo y adquisiciones irregulares de predios.
También se tratará el plan de restauración hidrológica del Valle de México. “Se verá qué hacer con los lodos tóxicos que llevaron y que siguen depositando en socavones de minas en Tequesquinahuac, San Luis Huexotla y Tlaminca”.
Ahora ya no llevan los lodos de las pistas, sino de los desazolves de los ríos La Compañía y Canal Central, que traen de manera ilegal a las minas de Texcoco”, advirtió el especialista en suelos.
Integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), quienes se opusieron a la construcción, exigieron que se respete la vocación hidrológica y ecológica de los terrenos del ex Lago de Texcoco y no se edifique un parque turístico en esa área.