Un trenecito, la rueda de la fortuna, un carrusel y un tobogán de hielo iluminan la sonrisa de la familia Hernández, proveniente de Naucalpan, Estado de México. Asisten al arranque de la primera verbena navideña en el Zócalo de la Ciudad de México.

Con gorros de Santa Claus, Alejandro, su esposa y su hijo pequeño se forman para subir al trenecito para sentir el espíritu navideño. Mediante redes sociales se enteraron del evento, les parece agradable para distraerse tras la pandemia de Covid-19.

“Fue una buena idea ya que hubo muchas festividades que no se pudieron festejar éste y el anterior año; [la verbena] es algo bonito y todos deben venir”, asegura Alejandro Hernández.

En punto de las 18:30 horas de este jueves, el secretario de Obras y Servicios (Sobse), Jesús Esteva Medina, en compañía de trabajadores que colocan cada año el alumbrado en la Plaza de la Constitución, hacen la cuenta regresiva y prenden las luces de forma paulatina: primero la villa navideña, los juegos mecánicos, los árboles de nochebuenas y al final las figuras que adornan los edificios del Zócalo.

“Me quiero subir al tobogán”, “el carrusel es mi favorito”, “al carro de bomberos”, son algunas de las frases que cientos de niños les dicen a sus padres para disfrutar de las atracciones.

El tobogán de hielo, el cual tiene una altura de cinco metros y 18 metros de largo, es el que engalana la verbena navideña. Aunque en un principio éste es ignorado, poco a poco atrae a la gente ya que tanto la logística y operación es más fluida en comparación con la rueda de la fortuna, pues la espera para esta última es de 15 a 20 minutos, y en la minitorre, 25 minutos.

Regresan familias al Zócalo navideño
Regresan familias al Zócalo navideño

Afirma que volverá en los siguientes días porque está muy feliz de que su nieta disfrute de la verbena, y pese a que cada año en esta época acuden al Zócalo, se sorprenden por las luces, juegos mecánicos y música.

Luna, de siete años, dice que los asistentes deben venir con su cubrebocas y mantener la sana distancia para evitar contagios, pues comenta que algunos no usan la mascarilla.

Aunque en los filtros de acceso se vigila que los asistentes usen correctamente el cubrebocas y sigan las medidas sanitarias, algunas personas una vez adentro se retiran o bajan la mascarilla.

Al ritmo del Burrito sabanero, las caras de cientos de personas se iluminan con tres megapantallas que proyectan escenas navideñas de villancicos populares, como Los peces en el río, imágenes de elfos, regalos, nochebuenas y hasta un bosque nevado.

La velada también se ameniza con la representación de una pastorela y un coro que interpretan villancicos navideños.

Las risas, gritos y aplausos de los asistentes son constantes en el inicio de la primera verbena navideña en el Zócalo.

Aunque hay algunas aglomeraciones en los juegos mecánicos, éstas se resuelven para continuar con la fiesta navideña que estará hasta el 31 de diciembre de este año, en punto de las 12:00 horas.

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