En el periodo 2019-2024, mil 183 escuelas de educación básica fueron sometidas a diversos procesos de rehabilitación, conservación, reforzamiento e instalación de cocinas e, incluso, reconstrucción, tras el sismo de 2017, para lo que se destinó una inversión total de 3 mil 548 millones de pesos, en beneficio de 647 mil 950 alumnos.
Del total de los planteles educativos 130 fueron reforzados desde sus cimientos con el objetivo de fortalecer su base y que cumplan con la normatividad vigente del Reglamento de Construcciones de la Ciudad de México, y con ello brindar seguridad a los alumnos durante un sismo.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Juan Carlos Fuentes Orrala, director general de Construcción de Obras Públicas de la Secretaría de Obras y Servicios, explicó que el objetivo es otorgar seguridad a los alumnos, además de mejorar la instancia educativa.
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Indicó que en estos cinco años de trabajo se llevó a cabo el equipamiento y construcción de 270 cocinas en planteles, 719 escuelas fueron sometidas a rehabilitación y conservación y 231 fueron reconstruidas después del sismo de 2017.
El director de Construcción de Obras Públicas destacó que los 130 planteles que fueron intervenidos en los últimos cinco años, si bien los inmuebles no representaban un peligro para la comunidad y profesorado, sí requerían de actualizarse en las normas de construcción, ya que son inmuebles con más de cinco décadas de haberse edificado.
Detalló que de estos 130 planteles, 29 se atendieron este año, mientras que en 2023 fueron 46 escuelas. En estos últimos dos años la inversión fue de 583 millones de pesos para esta labor de fortalecimiento de la estructura de los centros educativos.
Juan Carlos Fuentes agregó que las escuelas son elegidas por una valoración que realiza el Instituto para la Seguridad de las Construcciones y los arreglos que se efectúan son a detalle, de acuerdo con las necesidades físicas del plantel, implica ejecutar estudios de mecánica de suelos.
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“Se identifica toda la parte estructural, la cimentación, etcétera. Paralelo a esto, hacemos estudios de mecánica de suelos para determinar las condiciones del terreno en el sitio donde se construyeron estas escuelas. Ya una vez que se hace el modelado y que se tienen los estudios de mecánica de suelos, ya nos da el proyectista el proyecto ejecutivo de reforzamiento”, refirió.
En tanto, el director del Instituto Local de la Infraestructura Física Educativa de la Ciudad de México, Fernando Castillo Molina, enfatizó que “hay escuelas que se construyeron hace 50 años bajo un cierto criterio de diseño. No quiere decir que el edificio se esté cayendo, simple y sencillamente era de acuerdo con unas condiciones o criterios de diseño de hace 50 o 60 años. Lo que se está buscando con el reforzamiento es llevar la estructura a los parámetros de los reglamentos actuales”.
Agregó que lo que se está buscando es que ante un sismo los edificios que tienen deformaciones hay que reducirlas y optimizar. “Hay que recordar también que el objetivo tanto del reglamento como de las normas técnicas de diseño es salvaguardar la vida de los usuarios”.
¿En qué consiste?
Juan Carlos Fuentes Orrala expuso que el reforzamiento llega a ser, incluso, desde la cimentación hasta la estructura, que abarca trabes y columnas. Posteriormente entra la fase de pintura y atención a los acabados, como pisos, incluso colocación de sombra en patios para el alumnado.
“El reforzamiento de lo que se trata es de rigidizar un poco más la estructura. Esto lo logramos tanto en el sentido longitudinal como en el sentido transversal añadiendo acero y haciendo más rígidos los muros. En el caso, como te digo, cada escuela tiene una particularidad y cada escuela, de acuerdo con los estudios que se generan y al modelado, nos arroja una atención en particular”, señaló.
Durante un recorrido que realizó este diario por la Escuela Primaria José de Jesús de la Rosa, sometida a un proceso de reforzamiento previo al inicio de este nuevo ciclo escolar, se constataron los arreglos.
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Juan Carlos Fuentes Orrala expuso que en dicho plantel se reforzó la base de las columnas, porque presentaban corrosión resultado del tiempo y derivado de la falta de mantenimiento.
“Estas tienen una peculiaridad, que las trabes no llegan a los nodos. Los nodos es la unión entre columnas y trabes. Y en esta escuela, y en muchas otras, la estructura estaba desfasada, o sea, no descansan las trabes en donde están las columnas”, explicó.
También se instalaron contraventeos, que es un elemento estructural que se usa para aumentar la rigidez lateral de un edificio, este se colocó entre las columnas.
El funcionario de la Secretaría de Obras y Servicios puntualizó que si bien dicho plantel no presentaba riesgos para los alumnos por su periodo de construcción que va de casi cinco décadas, requería de una actualización en su infraestructura, acorde con la norma vigente de construcciones.
“En su momento cumplieron con el reglamento y todo, pero actualmente la columna tiene que ir ligada a las trabes. Entonces, por esa situación fue necesario meterle todo un reforzamiento en la periferia con trabes que unieran columna con columna, para que cayeran exactamente en los nodos”, concluyó.
