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El sistema de bicicletas Mobike, Grin Scooters y la presencia de mobiliario urbano sobre Paseo de la Reforma han generado un ambiente desordenado y gravoso para los transeúntes, criticó Saúl Alcántara Onofre, especialista en planificación y conservación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El académico aseguró que avenida Paseo de la Reforma, considerada como un bien patrimonial de la Ciudad de México, ha sido destruida por la falta de planificación, diseño y conservación de su mobiliario urbano.
“Su fisonomía se vulgarizó por la colocación de elementos caóticos, entre ellos tenderetes de lonas blancas.
“A ello se suma una mala disposición de los postes de semáforos, cámaras de vigilancia y señalamientos viales, configurándose en una acumulación de expresiones confusas, aunado a que los contenedores de basura son de diseño arcaico, tienen poca capacidad y una ubicación fortuita”, argumentó el experto.
Alcántara Onofre abundó que la presencia de módulos de periódicos y alquiler de bicicletas contribuyen “a esa desafortunada planeación territorial”, pues este inmobiliario es discordante con la perspectiva histórica original de la avenida.
“Los anuncios viales son un caos y un estorbo para el caminante, y los biciestacionamientos se definen por la distancia entre una y otra, pero no se trazan de acuerdo con el entorno o la geometría del paseo”, destacó.
Sostuvo que el espacio público no debe ser menospreciado por las autoridades capitalinas, por lo que el su desarrollo urbano debe planificarse bajo un esquema en el que se sobreponga el bienestar y el mantenimiento de su arquitectura.
Actualmente, la Secretaría de Movilidad (Semovi) trabaja en la conformación de lineamientos para la operación de los scooters y bicicletas sin anclaje, pues una de las críticas de estos servicios es la no regulación en el estacionamiento, por lo que invaden el espacio público.
De acuerdo con la dependencia, las nuevas normas estarán listas antes de que concluyan los primeros 100 días de esta administración.
Afectación histórica. Saúl Alcántara Onofre explicó que el desarrollo histórico de Paseo de la Reforma data de la época de Maximiliano de Habsburgo, quien mandó a colocar cuatro bulevares ajardinados, acompasados por glorietas.
Posteriormente, el gobierno de Porfirio Díaz amplió la avenida y adecuó bancas de cantería —de las cuales aún permanecen algunas en la actualidad—, con lo que se estableció un mobiliario urbano íntegro y armónico con el paisaje histórico.
Sin embargo, el especialista comentó que a partir de 2004, en la gestión de Andrés Manuel López Obrador el frente de la capital, se perdió la proyección arquitectónica de la zona, al colocarse bloques de concreto a manera de bancas, las cuales, dijo, no son ergonómicas ni artísticas, “son discrepantes con el entorno paisajístico, además de que el viandante no las usa y son empleadas por los ambulantes para mostrar su mercancía”.
Línea 7, positiva. En opinión de Saúl Alcántara, las estaciones de la Línea 7 del Metrobús son las únicas que han procurado mantener proporciones ordenadas conforme a la estructura de Paseo de la Reforma, pues, sostuvo, no son invasivas con el medio.
Destacó que los materiales, el sistema constructivo y color son armónicos con el contexto de la avenida.