“Sin las redes sociales los procesos de procuración de justicia tardarían 50% más, [ahora] han ayudado a exhibir y presionar a las autoridades a hacer su trabajo”, afirmó Octavio Fernández Martínez, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, y con Maestría en Humanidades Digitales por el Tecnológico (Tec) de Monterrey.
Al ser cuestionado si las redes sociales han funcionado para agilizar también las investigaciones de feminicidios en la capital, el docente respondió que sí e incluso si las autoridades hacen caso omiso, se convocan a marchas o protestas para exigir justicia.
“Las redes, además de ser de entretenimiento, han evolucionado para dar paso a denuncias ciudadanas desde el tema de un bache hasta exigir resolver un homicidio, robo o feminicidio, por lo que las autoridades deben tomar en serio este papel y no ignorar un tuit o mensaje”, dijo.
Y agregó: “Los recientes casos [de feminicidios] han mostrado el interés por cómo se han dado, y sonará feo, pero también es un gran porcentaje por el morbo, pero por otro lado es para que ningún caso quede impune”.
Fernández Martínez destacó que el que la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México haya tomado en serio las plataformas digitales y “conocimiento de casos por noticias o redes sociales, y por la coyuntura, ha agilizado procesos para darle un visto inmediato”.
Comentó que los usuarios deben seguir denunciando, utilizando información fidedigna, etiquetar a todas las autoridades responsables y no hacer spam a fin de que la publicación sea orgánica y las autoridades puedan atenderla en tiempo y forma.
En los últimos días se han viralizado casos de feminicidios por medio de redes sociales, como el de Ariadna Fernanda —hallada en la Cuautla-Tepoztlán—, y el de Lidia Gabriela, quien se aventó de un taxi en movimiento cerca de la estación del Metro Constitución de 1917 por temor a ser privada de la libertad.
A sus 74 años, Margarita Cerezo fue asesinada presuntamente por quien fuera su pareja sentimental, un hombre 20 años menor que ella, según los primeros reportes. Su cadáver lo encontró su hijo en el interior de su domicilio en la alcaldía Tlalpan, en el sur de la Ciudad de México.
La mujer fue herida por arma de fuego, por lo que la Fiscalía General de Justicia (FGJ) capitalina y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) ya investigan los hechos, pero de momento no se ha dado a conocer la captura del agresor. El cuerpo de la mujer fue encontrado en el suelo de una habitación por policías el pasado viernes 4 de noviembre.
Sandra Jiménez Burgos desapareció el 30 de octubre en la alcaldía Milpa Alta, se le vio por última vez con su pareja sentimental. La desaparición fue reportada por su hijo ante la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México.
Sandra Jiménez tenía 43 años y fue buscada en hospitales, con familiares y en agencias del Ministerio Público (MP); finalmente la encontraron sin vida en el municipio de Ixtapaluca, en el Estado de México, el pasado 5 de noviembre.
De acuerdo con los primeros reportes, habría sido asesinada por su pareja sentimental, quien se encuentra prófugo.
Con información de David Fuentes
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