Tras casi dos años y luego de varias medidas que incluyeron desde el bombardeo de nubes y el pago a los agricultores para que no extrajeran agua hasta la reducción del abasto a la Ciudad de México y el Estado de México, las presas del Sistema Cutzamala lograron alcanzar en octubre 65% de su capacidad de almacenamiento por las fuertes lluvias que se presentaron durante esta temporada.
Ante ello, las autoridades del Organismo de Cuenca de Aguas del Valle de México (OCAVM) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) apuntaron que hay una recuperación de las tres presas principales: Valle de Bravo y Villa Victoria, localizadas en el Estado de México, y la de El Bosque, en el estado de Michoacán, que para el 21 de octubre de 2023 contenían en conjunto 310 millones 468 mil milímetros cúbicos, en comparación con los 511 millones 710 mil metros cúbicos para el 17 de octubre.
Sin embargo, todavía no se ha aumentado el caudal del Cutzamala a los municipios mexiquenses y las alcaldías de la Ciudad de México, que han debido emprender otras acciones para paliar esta baja del suministro de líquido.
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En diciembre de 2023 el organismo indicó que la sequía de la cuenca del río del Cutzamala se extendió en 99.9% del territorio, por lo que los embalses que abastecen 25% del agua al Valle de México se mantenían en los niveles más bajos de los últimos 27 años.
En este, el sistema de captación de agua de lluvia tenía un almacenamiento de 310 millones de metros cúbicos, lo que representaba 41.7% de su nivel de llenado, un déficit de 40%, respecto al promedio histórico.
Las acciones
Las acciones para recuperar los niveles fueron diversas e iniciaron desde 2022 entre los gobiernos federal, de la Ciudad de México y Estado de México; la primera que se anunció fue la recuperación del agua que utilizaban agricultores en la zona de la presa El Bosque, en Michoacán, las tres entidades junto a Conagua, se comprometieron a tecnificar 3 mil 300 hectáreas adyacentes al canal El Bosque-Colorines y la meta era recuperar 2 mil litros por segundo que huachicoleaban ejidatarios michoacanos para sus tierras de cultivo.
Para su nivelación, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural propuso el bombardeo de nubes que no funcionó, y aunque en otras entidades fue útil porque había nubes con agua contenida que al estimularlas provocaron precipitaciones, en el caso de la cuenca del Cutzamala no hubo resultados.
Después fueron canceladas las extracciones de la presa de Valle de Bravo, a partir del 30 de abril y hasta mediados de mayo, con la finalidad de evitar una baja que colapsara la presa, en ese momento por debajo de 25% de su nivel de operación, lo que obligó a incrementar la extracción desde El Bosque; esta última unas semanas más tarde registró una reducción grave que llevó a suspender las extracciones en el mes de junio para permitir su rehabilitación, pues las lluvias permanecían ausentes.
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Es así que el 21 de junio la Conagua anunció el tercero de los recortes en el suministro al Valle de México debido a los bajos niveles de las tres presas, pasando de ocho a seis metros cúbicos por segundo (m3/s).
Una vez que se reflejaron las lluvias, a partir de septiembre, la Comisión Nacional del Agua reanudó las extracciones en todas las presas, aunque se mantienen los recortes en el suministro a la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).
De acuerdo con OCAVM, la presa Valle de Bravo muestra una significativa recuperación gracias al manejo hídrico después de que suspendió desde abril la extracción de agua de este embalse. Tan sólo desde junio a la fecha se recuperaron casi 292 milímetros cúbicos de agua, señaló Citlalli Elizabeth Peraza Camacho, directora de dicho organismo.
La Conagua refirió que actualmente a la presa de Valle de Bravo se le inyecta un caudal de 12 metros cúbicos por segundo para acelerar su recuperación.