Las personas que padecieron y se recuperaron de Covid-19 deberán tener más cuidado en la temporada de ozono —que inicia en febrero y concluye en junio—, ya que debido a las secuelas son más susceptibles a la exposición de contaminantes, advirtió la investigadora del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), Patricia Segura Medina.
En conferencia de prensa organizada por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), la especialista comentó que la llegada del Covid-19 dejará un sistema inmune diferente a quienes lo padecieron, ya que “si antes se sabía que el ozono, sobre todo, causa muchos daños en toda la población, pero en especial en niños, adultos mayores y personas con padecimientos respiratorios, ahora estamos poniendo especial énfasis en los que tuvieron esta enfermedad”.
Abundó que “una de las secuelas que deja el Covid-19 es tener problemas para respirar y esto acompañado de las partículas que en temporada de ozono abundan en el aire, puede complicar su estado de salud, porque el virus genera modificaciones en el perfil inmunológico de las personas recuperadas de la enfermedad, que les hace ser más susceptibles y puede agravar su padecimientos respiratorios, así como se vuelven más vulnerables a los agresores ambientales”, precisó Segura Medina.
Funcionarios federales y estatales alertaron que si bien los contagios por coronavirus van a la baja, están próximas las vacaciones de Semana Santa, y como se ha visto en puentes o festividades, puede haber un repunte.
La CAMe informó que se prevé un estimado de 12 días de contingencia ambiental para este año, lo cual depende de la movilidad de las personas y del regreso a las actividades.
“El número de contingencias que se están previendo, estimación preliminar para este periodo de ozono, es de 12 días en promedio, pero eso depende de la movilidad que se tenga en los próximos días”, precisó Víctor Hugo Páramo, Coordinador Ejecutivo de la CAMe.
En este sentido, Páramo destacó que en la próximas semanas se espera una reducción de muertes por Covid ligada a la campaña de vacunación, pero también espera una mayor movilidad, lo cual prevé que aumente el ozono y esto significa un riesgo para la salud.
Ambos expertos coincidieron en que aunque la jornada de vacunación avance, no se espera que los contaminantes bajen, por lo que podría ser una incidencia grave para los infectados de Covid-19. Entre los principales grupos sensibles al ozono se encuentran los niños, adultos mayores y personas con padecimientos asmáticos.