Han pasado cinco años ya desde que se reportó la desaparición de Karina Itzel y Atzin Molina, por quienes la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ) ofreció una recompensa de 4 millones de pesos para las o la persona que proporcionen indicios de su paradero; lamentablemente para las familias y las víctimas, ni el monto ofrecido ha servido como incentivo para que alguien proporcione información que ayude a localizarlas con o sin vida.
Las jóvenes eran parejas sentimentales de integrantes de La Unión Tepito, y entonces fueron identificadas Las Novias de La Unión; cuando Karina Itzel desapareció tenía 28 años y era pareja sentimental de Alexis Martínez, El Alexis, conocido estafador, clonador de tarjetas de crédito y vendedor de drogas al menudeo del cártel que sigue operando en la zona Centro.
El sospechoso fue detenido en 2019 y sólo permaneció ocho meses en prisión, obtuvo su libertad, y nunca le pidieron comprobar su participación en la desaparición de la joven.
Por su parte, Atzin Molina sostenía una relación con El Manzanas, uno de los integrantes de La Unión Tepito y señalado por las autoridades como uno de los más violentos y sanguinarios de ese clan.
También fue detenido por las autoridades de investigación —por otros delitos ajenos a este caso— y de igual manera la fiscalía local no pudo demostrar ante un juez que ellos estuvieran involucrados en la desaparición de sus exnovias.
Vía transparencia, la fiscalía capitalina confirmó que la recompensa de 4 millones de pesos que se ofrecieron para quien proporcione información del paradero de las jóvenes, sigue vigente.
De momento nadie se ha comunicado ni con las autoridades ni con las familias de las víctimas para informar sobre el tema, y en este sentido, fuentes allegadas a la investigación dieron a conocer que, desde el 10 de enero de 2020, fecha en la que se anunció la recompensa, sólo recibieron una llamada que alertó que presuntamente los cuerpos de las jóvenes estarían en el Estado de México.
La voz detrás del auricular no proporcionó mayores datos, por lo que la información se desechó. De igual manera, trascendió que la recompensa de momento no expira, por lo que los agentes investigadores encargados del caso aún mantienen la esperanza de obtener alguna pista que pueda derivar en la localización de las desaparecidas, pues el expediente considerado de “alto impacto”, por tratarse de un asunto también relacionado a la violencia de género, sigue abierto.
Sobre los avances en las investigaciones, se dio a conocer que se han realizado recorridos y excavaciones en varios puntos del Estado de México, así como en la zona boscosa del Ajusco, en Tlalpan, y en los cerros de Iztapalapa.
La indagatoria se extendió hasta crematorios clandestinos que funcionan en la zona limítrofe entre el Estado y la Ciudad, pero tampoco se han encontrado rastros de ellas.
Según el expediente del caso, el día de su desaparición Karina Itzel fue a un evento de música electrónica en Tlalnepantla, Estado de México, en compañía de su novio El Alexis y de Brayan Mauricio González, El pozoles, uno de los líderes de La Unión Tepito, actualmente detenido por el homicidio de la escort venezolana Kenny Finol, quien aparentemente fue asesinada por el hombre.
Mientras que de Atzin Molina se sabe que fue vista por última vez en las inmediaciones de la Zona Rosa; en esas fechas tendría una reunión en el bar Zingaro —ya clausurado luego del homicidio de su administrador el mismo 2020— con su novio El Manzanas. Datos de la fiscalía capitalina refieren que fue ella quien denunció a El Pozoles por el feminicidio de su amiga Kenny Finol.