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Durante su comparecencia ante el Congreso capitalino, a un año de estar al frente de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México, Ernestina Godoy Ramos aseguró que la actual administración recibió una dependencia colapsada, en la cual reveló que 40% de los agentes de la Policía de Investigación (PDI) en activo no son aptos para las funciones requeridas en la corporación, al no contar con la preparación necesaria.
Además, dijo que los encargados de esa corporación durante la administración pasada, sirvieron a intereses personales, lo que motivó el incremento de la delincuencia organizada en la capital, que se reflejó en el aumento de diversos delitos, como homicidios dolosos, narcomenudeo y el robo en todas sus modalidades, así como la proliferación de grupos delictivos que colocaron a la Ciudad como una de las zonas más inseguras del país.
Aunado a esto, recalcó que de manera sistemática el gobierno de Miguel Ángel Mancera maquillaba las cifras de las denuncias, por tal motivo, en diciembre de 2018 la capital registró la mayor incidencia delictiva observada a lo largo de 21 años, cuando se contabilizaron 241 mil denuncias en esa fecha a decir de Godoy: “Se rebasó el máximo histórico registrado desde 1997, donde la Ciudad vivió una de sus mayores crisis de inseguridad.
“La Policía de Investigación era un poder autónomo dentro de la institución, con altos grados de opacidad, vínculos con grupos criminales y serio déficit en el cumplimiento de los estándares de profesionalización y control de confianza”, destacó la funcionaria.
Sin embargo, afirmó que esta administración logró contener la tendencia al alza en la incidencia delictiva. Detalló que entre diciembre y agosto se logró la disminución de 30.6% de los delitos de alto impacto en las 338 colonias prioritarias, en las que se registra 70% del total de los delitos denunciados en la Ciudad de México.
Mientras que en el combate a los delitos contra la salud, en su modalidad de narcomenudeo, informó que se logró asegurar 1.5 veces más narcóticos que en 2018.
Godoy Ramos dijo que esta nueva procuraduría tiene la misión de transformar y erradicar las malas prácticas que por años imperaron en la Ciudad de México.
Pidió tiempo para que los cambios sean perceptibles y, sobre todo, se vean reflejados en las estadísticas: “Vengo de ser una defensora de los derechos humanos, soy de la generación de mujeres que abrimos el camino hacia la equidad, a la participación en los espacios públicos y políticos de las mujeres.
“En este sentido es que reivindico la lucha de las mujeres jóvenes que demandan el respeto a nuestros derechos y el cese de la violencia machista de que somos objeto.
“Mi trayectoria me hace mirar la importancia que tiene poner a la víctima, sus intereses y necesidades al centro de un sistema que históricamente la ha excluido”, explicó.
La procuradora enfatizó que en materia de violencia contra las mujeres aumentan los delitos asociados al machismo y no estará satisfecha hasta lograr erradicarlos y que no queden impunes.