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Pese a ser una de las colonias con atención prioritaria por Covid-19, en las secciones I, IV y VIII del Centro Histórico predomina la venta de comida en la calle, lo cual no se encuentra permitido por las autoridades capitalinas.
Puestos de tacos, quesadillas, papas a la francesa, entre otros productos se encuentran en el perímetro A.
Los ambulantes pasan por alto las medidas sanitarias, dejan los alimentos expuestos al público, generan concentraciones sobre la vía pública, sin importar que en contraesquina esté personal de gobierno repartiendo gel antibacterial y pidiendo respetar la sana distancia.
Las autoridades instalaron un kiosco de atención para detectar casos de coronavirus en esta zona del Centro y secciones, el cual se ubica sobre la calle de República de Guatemala, al interior de la Clínica de Especialidades número 2, pero la asistencia de personas que circula por ahí es escasa, ni siquiera voltean a verla.
La cantidad de personas que acuden al Centro es grande, a tan sólo un par de calles, como en República de Argentina.
El Kiosco de la Salud para que la gente asista a realizarse una prueba o recibir información sobre el Covid-19 también lo pasaron por alto, pues la atracción principal era la comida, el comercio informal y la venta de cubrebocas bordados.
El personal de salud atendió a seis personas que acudieron y fueron candidatas para aplicarse la prueba de Covid-19.
EL UNIVERSAL realizó un recorrido por esta zona para registrar cómo, a unos días de cumplir 10 semanas consecutivas con el semáforo epidemiológico en naranja, los capitalinos que llegan al primer cuadro de la Ciudad de México relajaron las medidas de distanciamiento.
Los puestos de comida pueden ser encontrados desde la calle de República de El Salvador, Uruguay, Argentina y Guatemala, por mencionar algunas, pues la proliferación del comercio informal ganó terreno en todo el Centro Histórico.
Los vendedores no bajan la guardia ante las autoridades y los constantes operativos.
Los comerciantes se encuentran atentos a través de sus radiofrecuencias de lo que podría perjudicarlos para el retiro, desde una persona sacando fotos con su celular, hasta el arribo de un vehículo oficial de la Secretaría de Gobierno.
Como intentando “torear” a los ambulantes, las camionetas con personal de esta secretaría peinan la zona constantemente, lo que provoca que los informales levanten su mercancía o simulen traer careta y cubrebocas, las cuales se quitan al paso de los autos oficiales.
Esta acción se pudo constatar en al menos dos puestos sobre la calle de República de Uruguay y Correo Mayor, donde simularon seguir las medidas sanitarias de protección personal.
“Aquí, la verdad es que no entendemos”, alcanzó a comentar un hombre que pasó acompañado de una mujer, para luego detenerse en uno de los tantos puestos ambulantes en el Centro.