El ambulantaje ha vuelto a la Alameda Central, luego de que ese parque público permaneció cercado con vallas durante aproximadamente dos meses, en un intento de las autoridades capitalinas para inhibir el comercio informal en esa zona.
EL UNIVERSAL publicó el 24 de junio que comerciantes ambulantes habían invadido la Alameda Central, desde el Hemiciclo a Juárez hasta las inmediaciones del Palacio de Bellas Artes, con puestos y sombrillas para vender sus puestos, incluso en áreas que no ocupaban los vendedores informales.
El pasado 20 de julio, esta Casa Editorial dio a conocer que, de acuerdo con investigaciones policiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), la Unión de Tepito y la Anti Unión se disputan el control de la extorsiones a los comerciantes ambulantes en la zona de la Alameda Central, lo que ha derivado en hechos violentos y riñas.
El 22 de julio, la Alameda Central fue cercada parcialmente, para someterla a trabajos de rehabilitación, y como medida para inhibir el comercio informal, pero ante la persistencia de los vendedores, el pasado 7 de agosto, el cerco se extendió a todo el perímetro del parque.
En el Sexto Informe de Gobierno de la pasada administración local, la Secretaría de Gobierno indicó que la Dirección General de Programas de Alcaldías y Ordenamiento de la Vía Pública, elaboró un diagnóstico en el que se identifican las principales problemáticas que concurren en la Alameda Central, entre las cuales refiere la invasión de carritos de comida de 11 liderazgos de organizaciones de comerciantes; la presencia de 16 colectivas con venta de mercancía; personas en situación de calle que pernoctan al interior de jardines y fuentes y conflictos entre los grupos descritos por disputa de ocupación de los espacios que han derivado en riñas y enfrentamientos.
“Para contrarrestar esta situación, se han llevado a cabo siete mesas de trabajo interinstitucional con la participación de 28 instancias del Gobierno de la Ciudad de México, así como 11 mesas de trabajo con las organizaciones de comercio para definir acuerdos y estrategias de atención que permitan el rescate de ese sitio histórico y se garantice el ordenamiento del uso del espacio público”, señaló la dependencia en el referido informe.
En el documento, también se destacó que la Alameda Central tiene una superficie de aproximadamente 90 mil metros cuadrados y es considerada un espacio público monumental en la categoría de parque urbano, cuyo uso y destino es la recreación, el paseo y el disfrute de actividades cívicas, artísticas y de cultura física, por lo que se prohíbe en forma expresa la venta y oferta de mercaderías.
En ese contexto, la pasada administración capitalino cercó la Alameda Central, tanto para inhibir el ambulantaje, como para realizar trabajos de mantenimiento general que, de acuerdo con la Secretaría de Obras, consistieron en la restitución de 300 metros cuadrados de piso de mármol y la colocación de 272 metros de tubería para arriates en jardineras; además del mejoramiento de áreas verdes, preservación de las 12 fuentes y de 575 luminarias.
Las vallas fueron retiradas a finales de septiembre, y ayer se observaron nuevamente puestos de ambulantes que rodeaban la Alameda Central y se extendían a las inmediaciones del Palacio de Bellas Artes, así como a los pasillos, bancas, jardineras y fuentes del parque público.
vcr