Para prevenir que en los estadios y centros deportivos de la Ciudad de México, ocurra hechos como el acontecido en el estadio La Corregidora, en Querétaro , el diputado local del PRI, Fausto Manuel Zamorano Esparza, propuso instalar alcoholímetro en las entradas de estos espacios, así como restringir la venta de bebidas alcohólicas al interior y fuera de las instalaciones.
A través de una iniciativa para reformar el artículo 27 de la Ley para Prevenir la Violencia en los Espectáculos Deportivos capitalina, otorga facultades a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) para restringir la venta de bebidas alcohólicas al interior del recinto deportivo y sus inmediaciones.
Asimismo, esta dependencia podrá instalar alcoholímetros en todos los accesos de los recintos deportivos, para garantizar que ninguna persona ingrese en estado de ebriedad, y a quienes incurran en esta falta se les impondrá un arresto de 72 horas y multa de entre 15 y 25 Unidad de Medida y Actualización (UMA’s), equivalentes a 1,380 y 2,500 pesos, respectivamente.
En cuanto a los recintos deportivos, propone sancionarlos con el impedimento para organizar de uno a cinco espectáculos deportivos de la misma naturaleza, en función del calendario correspondiente, por el incumplimiento de las disposiciones contenidas y les impondrán sanciones económicas de entre 1000 y 6000 UMA´s, equivalentes a 96 mil y 552 mil pesos, respectivamente.
Facilitadoras de la violencia en el deporte
Señaló el diputado que de acuerdo con diversas investigaciones, una de las causas facilitadoras de la violencia en el deporte es el consumo de sustancias psicoactivas, como las drogas y el alcohol.
Agregó que el consumo de bebidas alcohólicas ha estado tradicionalmente relacionado con la violencia y las conductas agresivas.
La relación del consumo de alcohol con robos, asaltos, intimidación, violencia doméstica y todo tipo de crímenes, debería ser un motivo suficiente para regular la venta de éstas sustancias.
Reconoció que si bien es cierto que no todos los alcohólicos son violentos, ni todas las situaciones de violencia implican el consumo de alcohol, el número de veces que concurren ambas circunstancias rebasan el 50%, de acuerdo con la Fundación Salud y Comunidad.
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