Para los usuarios de las salas del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJ-CDMX) el comienzo de la implementación de los juicios orales en materia civil y familiar pasó desapercibido.
Advierten que hace falta mucha información para que ellos —quienes más la utilizan— se enteren de los beneficios. “La verdad no sé nada, no sé cuál pueda ser el beneficio para nosotros, tengo un caso que está atorado más de tres años, eso ¿qué dice?, ¿me beneficia?”, cuestiona Raúl, a quien le notificaron que nuevamente su audiencia se postergó.
El ir y venir de las personas que tienen un juicio civil o mercantil es el mismo de todos los días en las salas ubicadas sobre avenida Juárez, en la zona centro de la Ciudad de México.
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Abogados de oficio corren, quienes tienen atorados los casos entran y salen con copias, documentos, café y otras cosas que saben son necesarias para que su expediente se resuelva.
“El problema es que a partir de ahora empieza; es decir, que quienes interponga una querella ahora pues los van a tener que solucionar con los juicios orales, pero si metiste un caso el 30 de noviembre te tocó el sistema tradicional y ahí, en ese sistema hay millones de casos atorados. Luego, hasta donde sé, no hay más jueces, son los mismos los que te van a resolver todo”, detalla Iván, abogado de oficio que explica que espera que el cambio se pueda percibir de inmediato.
El 1 de diciembre y como parte de la reforma penal que se implementó hace poco más de seis años en la Ciudad de México, ahora se podrán realizar juicios orales en materia civil y familiar.
Rubros en los que al Poder Judicial local mantiene saturado la impartición de justicia en la Ciudad de México.
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“No sé bien cómo funciona o qué nos beneficia a nosotros. Llevo tres años tratando de arreglar un divorcio y la manutención de mis hijas, pero hasta el momento no hemos logrado nada, el papá de ellas se esconde y dice que no tiene dinero y estamos esperando a que se lo descuenten del trabajo, pero en eso estamos atorados y de esa reforma dicen que todo debe ser más rápido, pero quién sabe en qué casos o para cuáles.
“Ahora, no sé si ya todos los expedientes se van a resolver rápido, los que tienen más tiempo o los nuevos que entran, porque si es así imaginate a los que tenemos mucho tiempo esperando, vamos a seguir perdiendo tiempo y eso no es justo. A nosotros, no sé en qué nos beneficie todo eso de la reforma, pero bueno, vamos a esperar qué pasa”, expuso Mariana.
Para el personal que administra la justicia la oralidad en los juicios civiles y mercantiles les representa simplemente más trabajo, preparación y capacitación, pues dicen que ahora tendrán que atender dobles expedientes.
“El problema es que no todos los juzgados se prepararon para la oralidad, hay mucho rezago en el sistema tradicional como nosotros y tenemos prioridad de sacar todos los atrasados, pero también no podemos dejar de atender todos los que a partir de esta semana entren con la oralidad”, comentó bajo condición de anonimato un secretario de uno de los juzgados más saturados de avenida Juárez, sede de las salas del Tribunal Superior de Justicia.