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Por primera vez un gobernador mexiquense utilizó el Palacio de Gobierno para rendir un mensaje político con motivo del primer informe de gobierno. Alfredo del Mazo Maza lo hizo ante la cúpula de su partido, arropado por ex gobernadores y el propio presidente Enrique Peña Nieto, quien anunció que regresará a vivir al Estado de México tras acabar su mandato.
El resumen de un año de actividades del gobierno mexiquense fue un evento al cual asistieron 800 personas y sirvió como escenario para que líderes priístas del país ratificaran su respaldo al Ejecutivo mexiquense, quien gobierna la entidad más poblada del país.
Pero también fue el evento donde Enrique Peña Nieto regresó a donde todo comenzó. Ahí, frente a los patriarcas del priísmo mexiquense, ante el grupo Atlacomulco, con sus más cercanos al lado, dijo que ha sido todo, que no más, que su carrera política ha llegado a su fin... que se retira a ser uno más al dejar Los Pinos.
El Presidente no se guardó nada en el evento que preparó el gobernador mexiquense para dar un mensaje por su primer Informe de Gobierno, pero que al final fue un acto para la despedida del Ejecutivo federal de los suyos: de los mexiquenses.
A las 11:36 horas, cuando aterrizó el helicóptero del Presidente, quien viajó junto a su esposa, la primera dama Angélica Rivera, comenzó un acto protocolario en el que no pararon los aplausos, las porras, no sólo para el mandatario estatal, sino también para Peña Nieto.
El gobernador ingresó al salón escoltado por el presidente de la Junta de Coordinación Política, Maurilio Hernández; el presidente del Poder Judicial, Sergio Medina Peñaloza, y lo esperaban en primera fila el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, quien obtuvo una mención especial por parte del Ejecutivo mexiquense y también el representante del PRI en el Senado, Miguel Ángel Osorio Chong, diputados federales, locales, además de los presidentes de las fracciones parlamentarias mexiquenses.
Entre los liderazgos priístas de la entidad destacaron los ex gobernadores Emilio Chuayffet, Eruviel Ávila Villegas, César Camacho, Alfredo Baranda, Ignacio Pichardo Pagaza y Arturo Montiel, éste se dijo “feliz” y fue acompañado por un subsecretario estatal para caminar, y opinó que el Estado de México sigue siendo el bastión más fuerte del PRI en el país.
El día del gobernador, como lo llaman algunos funcionarios públicos, se convirtió en una fiesta de bienvenida a un PRI mexiquense en apariencia más fortalecido, que después del 1 de julio.
Cobijado por su familia, Del Mazo cerró con un mensaje de casi tres minutos que enumeró las bondades que Peña Nieto atrajo a la nación durante su sexenio. El mandatario expresó: “Tendré el gusto de regresar a mi estado para trabajar en nuevas tareas, como uno más de los 17 millones de mexiquenses, desde esta porción de la prístina cuna de la gran libertad nacional”.