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Con una inversión de 181.8 millones de pesos, de los cuales 35.7 son utilizados únicamente para alimento, en lo que resta del año está garantizada la conservación y, en algunos casos, reproducción de los mil 803 animales de 220 especies que existen en los zoológicos de Chapultepec, Aragón y Los Coyotes, aseguró el director general de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, dependiente de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), Fernando Gual Sill.
Sin embargo, aclaró el funcionario, la tarea no sólo es alimentarlos, sino generar el ambiente necesario para su conservación y reproducción, además del mantenimiento de las zonas donde están resguardados, “por lo que serán bienvenidos los más de 200 millones de pesos que anunció la jefa de Gobierno para el próximo año”, comentó el funcionario a EL UNIVERSAL.
Durante un recorrido por el Zoológico de Chapultepec, para conocer cómo se implementa el Programa de Enriquecimiento Animal y del Comportamiento a favor del bienestar de los habitantes de los tres zoológicos de la capital, Gual Sill reveló que entre los huéspedes de estos lugares destacan algunos animales de los circos que fueron entregados en su momento por la Profepa.
En conferencia, reconoció que es mucho el trabajo que se realiza en los tres zoológicos, sobre todo porque ahora el propósito es enriquecer el ambiente de los animales, tanto en el aspecto de sus alimentos balanceados, como motivarlos para hacer ejercicio, a través de diferentes dinámicas basadas en los aspectos del olfato, visuales y auditivas.
Explicó que por ahora el presupuesto ha resultado suficiente para cumplir con el programa.
Aclaró que el alimento “lo compramos en el mercado. No es que utilicemos productos de desecho. Son productos de la más alta calidad, que se combinan en función de las definiciones que los nutriólogos nos dan para cada organismo”.
Como ejemplo citó los casos de las pandas Shuan Shuan, que ya cumplió 32 años de edad, y Xin Xin, de 29 años, “cuando comúnmente un animal de esta especie no llega a vivir más de 30 años. Esto muestra que gracias a los cuidados y a la calidad de vida que les damos, han vivido más. Y ahí está el ejemplo”, señala mientras tras el grueso cristal Xin Xin destruye una caja, donde los especialistas escondieron su alimento, “lo que le permite a la panda hacer ejercicio y alimentarse”.