“Será cuestión seguramente de semanas” para que el arribe a la estación Santa Fe procedente de Toluca, Estado de México, afirmó el secretario de Obras y Servicios capitalino (Sobse), Jesús Esteva Medina, toda vez que, estimó, la obra civil de dicha zona quedará el 20 de agosto.

Agregó que la vía hasta la terminal Observatorio estará concluida a finales de septiembre, y desde su cargo como próximo titular de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) pondrá en marcha el último tramo de una obra planeada durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, continuada por la administración de y que se finalizará en el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el titular de la Sobse apuntó que la edificación del tramo de la Ciudad de México cumple con los requisitos apegados al Reglamento de Construcciones vigente, por lo que se puede dar a la ciudadanía certidumbre sobre la obra, ya que también se va a monitorear en tiempo real el comportamiento de los viaductos elevados, una vez que el Tren Interurbano entre en operación. Esto a través de acelerómetros que serán instalados a lo largo del tramo, similar a los mecanismos que supervisan la Línea 12 del Metro y el Trolebús Elevado.

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Esteva Medina señaló que se estima que el 20 de agosto se concluirán los acabados en la estación Santa Fe y dependerá de la SICT, con la obtención de la certificación y pruebas que están en curso, determinar la fecha de apertura a los usuarios. La instancia federal será la encargada de la colocación del sistema de peaje y del costo del boleto.

“Yo creo que el día 20 [agosto] debemos estar ya con todos los detalles. O sea, la obra civil ya está terminada, los acabados son los que todavía estamos trabajando. Sin la obra civil no hubieran podido iniciar pruebas. Entonces, digamos que el 20 de agosto ya estaría lista, dependiendo nada más de la certificación. Ya dependerá de la SICT todo el proceso de certificación de pruebas de electromecánico”, refirió el secretario.

Recordó que las estaciones Santa Fe y Observatorio están a cargo del Gobierno de la Ciudad de México y a la fecha no hay ningún punto de la obra detenido por la presencia de ciudadanos, que en su momento, demandaron la revisión de sus viviendas ante probables afectaciones y detuvieron los trabajos en el tren durante casi dos meses.

“Durante casi dos meses nos detuvieron la obra. Y más allá de que las viviendas, pues era un tema donde por alguna razón eran tiempos electorales y eso generó que no se avanzara durante ese periodo. Sin embargo, una vez que pasaron estos tiempos, ya los vecinos accedieron a que se hicieran las inspecciones. Hasta el día de hoy ya se han hecho todas las inspecciones. Nos apoyó el Instituto para la Seguridad de las Construcciones con DROs (directores responsables de obras) y se están atendiendo todos los asuntos con los vecinos”, afirmó.

El funcionario destacó que la complejidad de la construcción del tramo de El Insurgente, también conocido como Tren Interurbano México-Toluca, en la capital abarcó la ejecución de distintos procesos constructivos (desde lanzado de novela, dobles voladizos, través de piezas prefabricadas y columnas prefabricadas), diversa obra inducida a lo largo del trazo; por ejemplo, en el río Tacubaya se instalaron y desviaron colectores, así como la parte de demanda social.

Esteva Medina explicó que la Secretaría de Obras realiza pruebas de carga, que concluirán el 16 de agosto, y la SICT busca obtener la certificación para su puesta en marcha. Como parte de este proceso, El Insurgente circula tres o cuatro veces a la semana.

Explicó que se efectúan pruebas dinámicas y estéticas que permiten conocer el movimiento de la estructura e identificar deformaciones y vibraciones, que sirven de base para futuras mediciones, como es el caso de suscitarse un sismo y proceder a analizar el comportamiento de la vialidad y comparar datos.

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“Lo que hacemos es circular trenes, que son trenes que tienen cinco vagones, pesan vacíos 152 toneladas, pero ya cargados con lastre, con costales, suben casi 40 toneladas. Entonces, estamos hablando de 200 toneladas por tren y corremos los dos trenes simultáneos. Simulando con esto lo que sería la condición extrema de carga, es decir, que tengas los dos trenes a máxima capacidad”, detalló el titular de obras.

Abundó que en los puntos donde les interesa medir, los trenes se quedan tres horas para tener una línea base antes de la apertura del convoy y así compararla cuando ya estén en circulación las unidades.

“¿Por qué es importante tenerlo ahora como referencia? Porque después de un sismo intenso tenemos referencia de si cambió o no esta característica o esta propiedad dinámica. Y también después de cierto tiempo de uso”, concluyó Esteva Medina.

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