Más Información
Explosión en Culiacán: Rocha Moya contradice versión del secretario de seguridad del estado; asegura que fue un dron con petardo
Ni coche bomba, ni dron explosivo, fue un incendio: Secretario de Seguridad de Sinaloa respecto a explosión en Culiacán
Sheinbaum se reúne con Juan Ramón de la Fuente ante amago de deportación masiva de Trump; Francisco Garduño acude a la reunión
Operativos como el de Plaza Izazaga no son contra productos chinos sino contra ventas irregulares y delitos, afirma Clara Brugada
Corea del Sur levantará ley marcial; anuncio se da tras protestas y bloqueo de la medida en el Parlamento
Corea del Sur declara “ley marcial de emergencia” ante amenazas de “fuerzas comunistas”; sigue aquí el minuto a minuto de la nueva crisis
Toluca, Méx.— Rosa Núñez Ramírez tiene dos hijos. Uno asiste a la secundaria y el otro al kinder en la escuela Héroes de la Independencia y el Colegio Stanford, respectivamente. Teme por el retorno a clases presenciales el 30 de agosto y “con mucha pena, le he pedido a mis hijos que no hablen con nadie y por favor no socialicen”, dijo.
Aseguró que la medida no es discriminación, sino miedo por los contagios y la posibilidad de que mueran en caso de contraer Covid-19.
Esa situación prevalece ante el regreso a clases entre docentes y padres de familia en la secundaria. Si bien las instalaciones están en buenas condiciones, de acuerdo con los papás, la angustia por los contagios se mantiene; sin embargo, coincidieron, “no podemos hacer nada, el gobierno es el que decide”.
“Lo menos que pueda tener trato con los demás niños, no es por discriminación sino por cuidados hacia ella. El que tenga su sana distancia, no preste las cosas, tenga la mayor seguridad, la limpieza constante, en casa nadie se enfermó y no ha salido, más que por necesidad porque hay veces que los niños se pelean, tratamos de sacarlos, pero no a exponerlos”, precisó Rosa Núñez Ramírez.
La institución en la que este viernes recibieron a los padres de familia para entregar los documentos de inscripción y reinscripción se encuentra casi en su totalidad acordonada en áreas que podrían significar peligro.
Los docentes desinfectan y piden a los padres que se coloquen gel antibacterial en la entrada y mientras realizan estas labores, señalaron que tienen mucho miedo por el retorno que no es sencillo para “nadie”.
Uno de los maestros coincidió con los padres, en que “temen” enfermar o llevar el contagio a su familia, especialmente porque llevan casi dos años encerrados.