metropoli@eluniversal.com.mx
Alexis y Gaby tienen 21 años. Ambos son estudiantes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) plantel San Lorenzo Tezonco, ubicado en la alcaldía Iztapalapa. Los dos salieron de la escuela poco antes de las 14:00 horas y subieron a uno de los camiones de la ruta 119, que llega hasta el Metro Constitución de 1917.
Gaby lleva un celular descompuesto entres sus cosas por si en algún momento se suben a asaltar como hace dos años, cuando dos sujetos le intentaron robar. Esa noche ella no llevaba nada más que un puñado de monedas en la cartera y su celular recién comprado escondido en la parte trasera del pantalón.
“Sí, no me quitaron nada, sólo fue el susto. Fue en esta curva, iban dos chicos, se subieron, pagaron pasaje y se separaron, uno iba en medio y otro atrás. Mi amiga decía que fueron tres, pero yo nada más vi dos. En la curva ya empezaron a decir que les diéramos nuestras cosas, pero pues yo guardé mi celular. Era nuevo. Lo guardé detrás mientras quitaban cosas. Yo le abrí mi cartera, pero solo traía monedas, entonces no quiso agarrar. Se bajaron un poco más enfrente”, dijo mientras el camión concesionado avanza sobre la avenida Providencia.
Alexis, por otro lado, no ha sido asaltado en los últimos dos años, pero sabe que a sus compañeros y vecinos sí. Es por eso que aparte de cargar un celular “chicharrón”, procura subir a la ruta 119, “nosotros la utilizamos siempre porque es a la que le tenemos más confianza para bajarnos en Olivos, pero pues a veces se escucha que asaltan en éstos aunque la cámara esté activada… He escuchado de gente a la que asaltan, o incluso hubo un accidente que mataron a un compañero que iba en este tipo de transporte”.
Mientras platican sobre la inseguridad en el transporte público, los jóvenes van escoltados por dos policías auxiliares. Esto, como parte de un Operativo de Transporte Público que implementó la alcaldía desde febrero en esa ruta 119. A ellos, le sorprende que en la parte trasera del camión vayan dos policías armados y parados en los costados de la puerta. Ella ya había escuchado que en el transporte público de la alcaldía había acompañamiento de agentes, pero es la primera vez que los ve.
Gaby ha pensado en la posibilidad de que, si en algún momento la vuelven a abordar y ella entrega su aparato descompuesto, le pidan que lo prenda y la situación se complique. En este viaje a metro Olivos, línea 12, ella y Alexis no fueron asaltados.
