La pandemia por ha significado una caída en la demanda de transporte público del 80%, lo que ha significado que la crisis sanitaria se convirtió en una crisis financiera y provocó retrasos en los procesos de modernización, indicó Nicolás Rosales Pallares, presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM).

Durante su participación en el VIII Congreso Internacional de Obras y Servicios Públicos “Infraestructura Verde Resiliente” expuso que el principal desafío para los operadores de transporte público ha sido el tema de adoptar todas las medidas sanitarias para la prestación del servicio.

Asimismo, aclaró que las medidas de confinamiento, el teletrabajo y las restricciones de los viajes han tenido múltiples impactos sobre la , lo que ha implicado cambios en los patrones de moverse.

Ante este panorama, los especialistas en movilidad de diversos diversos países quienes participaron en este congreso expusieron que para dar solución a los , se deberán revisar y replantear el presente y futuro de los centros de población y atender a cada uno de estos, según sus necesidades, su perfil y con apego al entorno regional.

Ante representantes de diversos países que se reunieron de forma híbrida en este congreso para analizar la problemática de las ciudades y cómo resolverla, Nicolás Rosales destacó que, pese a los esfuerzos gubernamentales, en el país el 87.76% del transporte público colectivo concesionado sigue operando bajo el modelo hombre-camió́n, lo que se traduce en inseguridad, congestionamiento, baja calidad de servicio, altos costos ambientales y un esquema financiero difícil de transparentar, aún cuando se trata de servicio público.

Por ello, consideró que el desarrollo urbano y de la movilidad debe ser replanteado de manera integral, con propuestas y proyectos de largo plazo, de gran visión, de manera plural y de forma incluyente, indicaron.

Expuso que es necesario un cambio en el modelo de negocio y de prestación del servicio, lo que debe involucrar a todos los actores, como son autoridades, operadores, consultores, organismos no gubernamentales, universidades, sociedad civil.

Este nuevo modelo presentará una oportunidad para reducir las externalidades negativas que los usuarios viven día con día, como costos sociales, económicos, ambientales, de salud y seguridad, que impactan directamente en la calidad de vida de las personas y en la competitividad de las ciudades.

El líder transportista explicó que México ocupa el y el tercero en Latinoamérica por muertes ocurridas en siniestros viales, además, cada año mueren en México 20 mil personas por efectos de la contaminación del aire, lo que representa el 1.17 por ciento del PIB, a lo cual se añade que la congestión vial cuesta a nivel nacional 257 mil 123 millones de pesos anuales, lo que representa el 1.19 por ciento del PIB.

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apr/nv

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