Sin puestos de comida típica, ni eventos culturales, con las puertas del panteón cerradas y rodeados de letreros que anuncian: “Peligro zona de contagio” en la calles de Mixquic , familias originarias de este pueblo hicieron la tradicional velada o encendido de fogatas y velas desde sus casas. Las fogatas alumbran las calles, alrededor las familias toman café, comen tamales y platican anécdotas de sus seres queridos fallecidos el olor a copal y el humo perfuman la localidad.
Este año año debido a la pandemia causada por Covid-19 la afluencia de visitantes es nula. En comparación con años anteriores, en esta ocasión se puede transitar libremente por las calles de San Andrés Mixquic.
“Lo único que cambió fue que no hay turistas, este año no nos visitaron pero eso no impide que nosotros hagamos nuestra celebración como es costumbre cada año”, comentó Roberto Ramírez, habitante de Mixquic .
Sobre las calles y callejones de la localidad algunos de los habitantes decidieron hacer la tradicional alumbrada colocando velas incienso y fogatas, mientras que otros acondicionaron espacios en sus azoteas para alumbrar el camino de regreso a las almas de sus seres queridos.
Es así como ni la pandemia detuvo una tradición legendaria en esta localidad donde año con año esperan a sus familiares difuntos cada 2 de noviembre
Los habitantes aseguran sentirse más seguros celebrando de esta manera pues comentan que es mejor tomar las medidas necesarias para evitar contagios en su localidad.
“Tengo sentimientos encontrados este año ha sido muy difíci nunca se había suspendido la celebración de esta manera pero es mejor a perder a otro ser querido” finalizó Ericka Martinez quien perdió a su madre en meses recientes por sospecha de Covid-19.