Las líneas 4 y 5 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, que corren de Martín Carrera a Santa Anita y El Rosario a Martín Carrera, respectivamente, ayer regresaron a sus operaciones, pero con retrasos en las corridas de los convoyes y con una muy baja afluencia de usuarios.
Durante el recorrido que realizó EL UNIVERSAL se observó que entre cada tren la espera fue mayor a cinco minutos. En las primeras estaciones de cada línea y en las correspondencias se demoraron al menos nueve minutos.
A las 9:00 de la mañana algunos vagones de los convoyes de la Línea 4 se encontraban literalmente vacíos y otros con algunos asientos ocupados, pero ninguno lleno a pesar de las convergencias de unas estaciones con las líneas 1 (aún suspendida) 5, 6, 9, 8 y B.
La estación Morelos y Martín Carrera fueron las de mayor afluencia de personas en comparación con las demás estaciones, pero mucho menor a la que se registra en la Línea 7, que va de Tacubaya a Pantitlán.
“Utilicé la Línea 4 por la mañana pero había pocas personas y pasó rápido el Metro, no tuve problema en subirme. Hoy ha estado muy tranquila, muchos tomaron precauciones”, dijo Roberto, usuario.
El reinicio del servicio en la Línea 5, Politécnico a Pantitlán, fue desangelado y con pocos usuarios. El flujo de personas era tranquilo, sin prisa, sin ajetreo y ese ruido característico de la multitud en un día cotidiano en la red de transporte.
Los tiempos de espera eran largos, pero debido a la baja concentración de personas, los andenes no estaban llenos.
Durante el recorrido también se constató que los trenes llevaban menos velocidad en la marcha y el frenado se realizaba de manera más cuidadosa; incluso, una vez detenido el convoy, las puertas se tardaban en abrir.
De acuerdo con la información, a las 8:17 horas, la Línea 4, que corre de Santa Anita a Martín Carrera, registraba una afluencia de entre 30% y 40%, respectivamente; la Línea 5, en la estación Politécnico, la demanda del servicio fue de 25%, mientras que en Pantitlán, de 55%.