Sin la presencia de policías capitalinas ni elementos de la Guardia Nacional están las inmediaciones del pozo de agua Alfonso XIII, en la alcaldía Álvaro Obregón, a más de un mes de que se detectó que era la fuente de contaminación del líquido que se distribuyó en la alcaldía Benito Juárez.
Por ello, vecinos exigieron a las autoridades que reabran la circulación donde continúan las labores del equipo de bombeo de Petróleos Mexicanos (Pemex).
“No entendemos por qué siguen las vallas en la calle, ya hasta los militares se fueron, ya deberían dejarnos pasar”, consideró Daniel Hernández, vecino de la zona.
A más de 30 días de que se clausurara dicha infraestructura hidráulica del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), ha disminuido la vigilancia, según indicaron los vecinos.
Refieren que sólo permanecen cintas color amarillas en el parque y vallas metálicas sobre las vialidades aledañas.
“Poco nos duró el gusto, estuvieron un mes los militares resguardando el pozo y poco a poco se fueron, ya rara vez viene una patrulla”, agregaron.
En un recorrido llevado a cabo por EL UNIVERSAL se constató que en la zona permanecen dos carpas del Gobierno de la Ciudad de México, dos sanitarios portátiles, vallas de metal tipo popotillo y una pipa de Pemex que continúa succionando el líquido donde está el contaminante.