Debido a que los fraudes por Internet y el robo de identidad han constituido una nueva forma despojo a ciudadanos y empresarios, el diputado local morenista Miguel Ángel Macedo Escartín presentó una iniciativa para castigar con penas de tres a cinco años de prisión a quienes cometan este tipo de delitos.
Para ello, aclaró, deberá ser reformado y adicionado en diversas disposiciones el artículo 230 del Código Penal capitalino, pues este ilícito cada vez se presenta más, al grado de que actualmente superan 16 mil millones de pesos por fraudes.
“Se aplicarán las penas contenidas en el artículo 230 del presente Código, a quien utilice el internet para obtener un lucro o ganancia indebida mediante el uso del engaño o bien, mediante la creación y propagación de programas informáticos”, dijo.
Sin embargo, el morenista detalló que con base en el monto de lo defraudado, la penalidad aumentará hasta en una mitad, cuando los datos personales estén en posesión de sujetos obligados de la Ciudad de México”, asentó en su exposición de motivos.
Destacó que al no existir un marco legal penal adecuado, que tipifique y sancione los delitos cibernéticos y, en especial ,al fraude realizado en la red, es lógico suponer que existe un grado de impunidad preocupante.
“Los fraudes cibernéticos no revisten la importancia debida y no pueden compararse con los homicidios, el narcotráfico y sus actividades conexas, como el lavado de dinero, pero se trata de un delito que genera una pérdida y detrimentos considerables cada año en muchas personas”, explicó el legislador.
Desgraciadamente, añadió, el fraude cibernético, como la mayoría de los delitos de su género, no cuentan con una regulación que permita enfrentarlos de forma eficiente, por lo que los casos quedan en la impunidad.
De acuerdo con consultores de Seguridad de la Información, tan sólo durante 2020 las pérdidas por este tipo de delitos superaron los 16 mil millones de pesos, derivado del aumento de compras y comercio electrónico en el país.
Especialistas sostienen que los ciberataques en el campo de ingeniería social, “han aumentado considerablemente”, como las llamadas telefónicas, mails y sitios de comercio falsos.