El jefe de Gobierno, Martí Batres, envió al Congreso de la Ciudad de México 50 observaciones a las modificaciones aprobadas a la Ley de Bienestar Animal en materia de eutanasia, muerte, paseo de perros y atribuciones de diversas autoridades; además, pide ampliar el plazo para la armonización de estas disposiciones de 90 a 180 días.
A través de un oficio dirigido al presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Federico Döring, el mandatario refiere que estas observaciones tienen la única intención de brindar un marco jurídico claro y preciso que otorgue certeza y seguridad jurídica a las personas de la Ciudad, así como fomentar el trato digno y respetuoso a los animales, apegado en todo momento al espíritu de la ley.
Se sugiere armonizar la eutanasia de los animales a la NOM-033-SAG/ Z00-2014, Métodos para dar muerte o los animales domésticos y silvestres, publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 26 de agosto de 2015, aperturando con ello la posibilidad de que, además de que sea aplicada por médicos veterinarios zootecnistas, pueda ser suministrada por personas capacitadas, vigiladas en todo momento por dichos médicos especialistas.
También se propone adicionar en la propia definición de eutanasia la prohibición para aplicarla en otros supuestos que no sean los establecidos en la ley, que son: lesiones que no puedan ser atendidas, enfermedades graves incurables, problemas conductuales que pongan en peligro su vida o la de otros.
Por otra parte, se considera que en la fracción XXI del artículo 25 de la Ley de Bienestar Animal existe un error en la redacción, ya que se establece la prohibición de la aplicación de la eutanasia en los Centros de Atención Canina y Felina o en las clínicas veterinarias de las alcaldías, y en el texto enviado se sugiere permitirla, pues muchos de los animales llegan a estos lugares con enfermedades crónicas que les provocan sufrimiento.
Referente a las atribuciones de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, el jefe de Gobierno propone suprimir la disposición que mandata que dicha dependencia incinere a los animales con equipo adecuado, toda vez que esa institución no cuenta con el equipo y personal necesario para hacerlo, aunado a que no es parte de su competencia.
En el artículo 74 se recomienda establecer que la participación de la ciudadanía en el Consejo de Atención Animal de la Ciudad de México será de carácter honorífico, ya que no se tiene contemplado pagar una retribución económica o en especie por su participación, toda vez que al percibir un ingreso se desnaturalizaría la calidad de la participación convirtiéndose en personas servidoras públicas.
Asimismo, se estima que la esterilización obligatoria de los animales podría atentar contra la reproducción de las especies, por lo que se sugiere mantenerlo como “esterilización responsable” de los animales bajo tutela.
Otro aspecto que señala el documento enviado por el jefe de Gobierno es que se considera que la definición de “Paseo de perros” es repetitiva con la definición de “paseador de perros”.
Al respecto, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Federico Döring, manifestó que estas observaciones son atendibles, pero lamentó que se haya tenido que llegar a esto por un trabajo deficiente en las comisiones y un nulo acompañamiento de las autoridades capitalinas en la elaboración de esta propuesta.
“El fondo del asunto, más que las observaciones es la falta de capacidad que ha tenido el Congreso para trabajar con el Gobierno de la Ciudad, durante la jefatura de gobierno de Claudia Sheinbaum fue prácticamente imposible conseguir mesas de trabajo en conjunto, y esto es un riesgo que se corre cuando el Congreso trabaja por su lado y el gobierno, en vez de acompañar al Congreso, sólo se dedica a revisar su trabajo para fines de observaciones y promulgación”, sostuvo. Por ello, exhortó a Martí Batres a trabajar de la mano con el Legislativo.