Naucalpan, Méx.— “Pedí un préstamo emergente de 20 mil pesos por la crisis que me dejó la pandemia y en menos de un año mi deuda subió a más de 200 mil pesos, aun haciendo pagos”, compartió a EL UNIVERSAL un vecino de Ciudad Satélite, a quien por seguridad se le llamará Leonardo.
Con el montaje de fotos sexuales, los extorsionadores amenazaron a Leonardo de difundir las imágenes con sus padres, pareja, hijos y hermanos. Con su círculo de amigos y vecinos difundirían que era un violador y agresor sexual.
Al descargar la aplicación a su teléfono, sin saberlo, también bajó un programa que traía oculto un troyano con el que los extorsionadores robaron todos sus contactos, fotografías y datos personales.
Así inició el viacrucis de Leonardo. Él y su familia empezaron a recibir imágenes pornográficas editadas con sus fotos personales en las que aparecía teniendo sexo oral con otro hombre o sus hijos pequeños con penes en la boca, lo que fue devastador para sus padres, que no podían entender que se trataba de contenido falso.
Los mensajes de los extorsionadores llegaban tres, cuatro y hasta cinco veces al día a los teléfonos de su círculo familiar cercano y después se extendió al de sus amigos y vecinos.
Leonardo y su familia han tenido que recibir terapias sicológicas por las mentiras que tejieron los extorsionadores con fotografías y acusaciones falsas de que el padre de familia era un violador.
Autoridades que investigan este tipo de extorsiones reiteraron la importancia de que los afectados acudan a denunciar ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) o de su entidad.
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