Pese a los intentos por parte del Consejo de Administración de la Central de Abasto en Toluca por fomentar entre los clientes y comerciantes el cumplimiento de las normas sanitarias ante el retroceso a semáforo naranja en el Estado de México, la mayoría de los 25 mil asistentes que llegan a diario se rehúsan a usar cubrebocas y respetar la sana distancia, lo que pone en riesgo las ventas en el lugar, coincidieron algunos de los locatarios.
"Hay que ser tantito responsables , es el mensaje que la administración emite a los clientes, que eviten la pena de regresar a las señoras embarazadas, a los abuelos, los menores de edad, que son la población más vulnerable (a la Covid -19)", dijo el presidente Pascual Vilchis.
Los condóminos y administradores coincidieron en que buscan la forma de mantener abierta la central, que no sea considerada un foco rojo de contagio toda vez que el año pasado, así ocurrió y fueron graves las afectaciones.
De acuerdo con integrantes del Consejo, este centro de abastecimiento es el segundo más grande del Valle de Toluca, considerado "el pulmón de la ciudad de Toluca y del área conurbada", por lo que el presidente Pascual Vilchis informó que para proteger tanto a los trabajadores como a los asistentes, regalan cubrebocas y gel antibacterial, pues resulta prioritario mantener las medidas sanitarias y evitar el cierre del lugar.
Dijo que al interior de las naves en 50 lonas fueron anunciadas las medidas preventivas de contagio del SARS-Cov 2, entre otras, piden que sólo acudan dos personas como máximo por familia para evitar las aglomeraciones.
Rechazó que vayan a sancionar a los condóminos que incumplan con las medidas, pues el año pasado, cuando elevó la cifra de contagios, autoridades federales aplicaron multas económicas a los vendedores que no cumplieron con las normas, por lo que "creemos que esto ya les dejó una experiencia y esta vez se van a ajustar a estas medidas".
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