Metrópoli

Personas de la tercera edad, los primeros en ingresar al tren "El Insurgente" en Zinacantepec

La gente hizo fila por varias horas para subir; al entrar gritó, grabó y echó porras

María del Carmen Chávez, de 80 años, fue la primera usuaria de El Insurgente; viajó con su hijo y esposo. Foto: Especial
16/09/2023 |02:38
Claudia González
Corresponsal en el Estado de MéxicoVer perfil

Zinacantepec, Méx.— María del Carmen Chávez Álvarez, de 80 años de edad, fue la primera usuaria de El Insurgente. Viajó acompañada de su hijo y su esposo. Ella en silla de ruedas esperó cinco horas para poder abordar uno de los vagones de los cuatro trenes que ayer iniciaron la operación desde la terminal en Zinacantepec hasta Lerma.

Sin importar hacer filas y soportar el viento, decenas de personas esperaron su turno para ser los primeros pasajeros del Tren Interurbano México-Toluca, que ayer abrió al público en cuatro estaciones, luego de casi 10 años de obra.

La entrada del público fue a partir de las 15:00 horas, casi dos horas después de la inauguración que encabezó el presidente Andrés Manuel López Obrador, la gente subió por las escaleras eléctricas cantando, grabando, gritando y echando porras, la emoción era evidente.

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“Es verdad que el Presidente sí hizo algo muy bueno, nunca pensamos er un tren en Toluca. Hace bastante tiempo que queríamos este momento de felicidad”, dijo el señor Víctor Manuel Hernández Chávez, hijo de María.

Al tren subieron jóvenes, adultos y familias completas; el ambiente se tradujo en una enorme fiesta, en la que conocidos o no, departieron como si se tratara de un enorme grupo de amigos probando una experiencia nueva.

Alejandra y Aurora echaron porras, agradecieron al presidente Andrés Manuel López Obrador, a la gobernadora Delfina Gómez y señalaron que esperaban ver el tren en operación. Se dijeron afortunados de haber logrado subir al vagón y ver cómo cambia la cara para el Valle de Toluca, donde “urgía un medio de transporte así”.

El lugar lució impecable, hubo trabajadores encargados de la limpieza en todo momento, además de elementos de seguridad resguardando los accesos y salidas, y evitando el ingreso de vendedores ambulantes.

Una hora después de abrir al público, la gente seguía formada para ingresar. Hubo quienes se persignaron antes de entrar al tren, otros con risa nerviosa se despedían agitando la mano desde el vagón, mientras El Insurgente rodaba por primera vez con usuarios a bordo.

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