Valle de Chalco, Méx.- La autopista México-Puebla se convierte en una de las rutas más transitadas hacia la Basílica de Guadalupe, por la que circulan camiones, camionetas, automóviles, motos, bicicletas y peatones convertidos en peregrinos a su cita anual con la Morenita del Tepeyac .

Provenientes de Puebla o municipios del Estado de México los seguidores de la Virgen inundan todos los espacios de esa vía que se transforma después en la calzada Ignacio Zaragoza, intransitable unas horas antes de que le canten a la medianoche las mañanitas a la Patrona del pueblo mexicano.

Miles y miles caminan más de 30 kilómetros desde comunidades de Valle de Chalco, Chalco e Ixtapaluca a rendirle pleitesía a la Virgen por los favores recibidos en los últimos 12 meses.

Jonathan Rivera, quien ahora tiene 22 años de edad, lleva nuevos años de forma consecutiva de irle a dar las gracias al Cerro del Tepeyac a la que dice vela por él y por los suyos.

Pero no va solo, van con él otros 12 integrantes de su familia originaria de la colonia vallechalquense Alfredo Baranda: su esposa, tía, suegra, cuñada, sobrinos y su hijo de tres meses que lleva en carriola. Otras cuatro carriolas en las que llevan a los más pequeños de la familia se suman a su mini caravana.

“Este año el motivo principal es irle a dar gracias a la Virgen de Guadalupe porque mi hijo nació sano y mi esposa salió bien del parto. Vamos a hasta allá con ese propósito este año”, contó.

Los fieles guadalupanos salieron desde temprana hora de sus hogares y la autopista México-Puebla es la ruta principal a su destino.

Por esa vía van los que le pidieron algún milagro a la Virgen y se dirigen a cumplir la promesa ofrecida de estar en el recinto mariano el día en el que es honrada por sus devotos creyentes.

La mayoría acude a cumplir una manda a la Basílica de Guadalupe, pero otros se instalan sobre la autopista México-Puebla para ofrecer comida a los que pasan por ahí.

Manuel Islas, vive en Iztapalapa, pero desde hace 20 años su devoción lo traslada a esa vía de comunicación donde regala lo que prepara con ayuda de su familia y amigos.

“Lo hacemos por gusto y porque queremos agradecer de esta manera las bendiciones que hemos recibido a lo largo del año”, narró.

Para este ocasión preparó 80 kilos de carnitas de puerco y entregó tacos a los peregrinos que hacían una parada en la mesa que colocó cerca del Puente Rojo.

Gabriela Martínez y sus dos hijas de 11 y 8 años de edad, hicieron una pausa en ese punto para comerse unos tacos antes de continuar su trayecto a la Basílica, ubicada en la alcaldía de Gustavo A. Madero.

“Llevó a mis hijas conmigo desde que estaban recién nacidas y ahora que crecieron vamos caminando a agradecer a la Virgen que a la más chica la ayudó a sanar porque era muy enfermiza cuando era más pequeña, por eso vamos con gusto todos los años”, contó.

Los peregrinos guadalupanos caminan por el sentido de la autopista México-Puebla que se dirige a la Angelópolis, en algunos casos escoltados por elementos de las corporaciones de los tres niveles de gobierno que hacen cortes a la circulación vehicular por donde pasan.

Desde las 14 horas la calzada Ignacio Zaragoza que es la prolongación de la autopista México-Puebla está intransitable desde el Puente de la Concordia y en su entronque con la carretera federal México-Texcoco.

Desde la zona de Cárcel los carriles laterales de la calzada Ignacio Zaragoza fueron cerrados la circulación vehicular por policías capitalinos para darle prioridad que caminen por ese espacio a los peregrinos que solo tienen en mente llegar como sea al recinto mariano.

Los automóviles particulares y del transporte público avanzan a vuelta de rueda hasta la zona de bulevar Aeropuerto. El fervor guadalupano inunda todos los espacios del Valle de México.

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