La jefa de Gobierno electa, Clara Brugada, heredará de la actual gestión la encomienda de sustituir, al menos, 2 mil microbuses que cumplieron su vida útil y que se estima continuarán circulando en 10 alcaldías, cuando inicie su mandato, en octubre próximo.
Entre los motivos que narran transportistas de diversas rutas se encuentra la desconfianza entre líderes y choferes, burocracia para acceder a los bonos de chatarrización, así como los costos que representa adquirir una unidad nueva que supera el millón de pesos.
El 14 de marzo de 2023, la entonces jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum fijó el compromiso que en 2024 ya no existirían microbuses con la sustitución de 5 mil 822 unidades.
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Sin embargo, a través de una respuesta a la solicitud de transparencia que elaboró EL UNIVERSAL, la Secretaría de Movilidad (Semovi) expuso que al corte de diciembre de 2023 se logró la sustitución de un total de 3 mil 124 unidades y para este 2024 el estimado es de 711 unidades, por lo que al término de la actual gestión de Martí Batres se habrán sustituido 3 mil 835 camiones.
“Se estima que en octubre continúen operando alrededor de 2 mil unidades tipo microbús en la Ciudad de México”, indicó la Semovi.
Dichas unidades seguirán operando en 10 alcaldías; las rutas 18, 64 y 68 transitan por la alcaldía Gustavo A. Madero; 9, 10 y 31 en Iztacalco; 11, 14 y 37 en Iztapalapa; 12, 21, 44, 56 y 94 en Tláhuac; 20, 55 y 61 en Xochimilco; 1, 13 y 75 en Tlalpan; 32, 34, 45 y 52 en Coyoacán; 1 y 22 en Cuauhtémoc y Venustiano Carranza, así como Benito Juárez con la Ruta 1.
Sobre el número de unidades a sustituir, el presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), Nicolás Rosales, difiere, pues apuntó que según sus estimaciones para octubre próximo habrá todavía casi 4 mil microbuses que continuarán operando en la Ciudad de México.
“El tema es de tiempo y de dinero. Realmente la administración que está hizo un papel importante en materia de transporte tanto público como concesionado, pero obviamente el rezago que se presentó durante muchos años no se puede solventar en una administración”, detalló.
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“Creo que se hizo parte de esta tarea, pero también hay que tomar en cuenta los recursos, que lo de los bonos de chatarrización que se están implementando para poder modernizarse es un poco limitado, pero hay voluntad política para hacerlo. Creo que se dio un gran paso, y ahora la modalidad de los corredores zonales será otra de las formas que se deberá de tener. Estimamos que sean más de 2 mil microbuses, estás hablando de por lo menos unos 4 mil”, dijo.
Es importante mencionar que el proceso de sustitución de los microbuses inició en los años 2000 y arrancó con un bono de chatarrización de 100 mil pesos. Sin embargo, hoy el bono que otorga la Semovi va de entre 300 y 400 mil pesos, con el fin de apoyar a los transportistas en el cambio de sus unidades y está a cargo de Nacional Financiera.
La problemática
En entrevista con este diario, líderes de ruta y choferes apuntaron que ha sido “complicado”, el acceso para poder cambiar un microbús por unidades modernas.
Nicolás Rosales, presidente de AMTM, aseguró que la entrega de bonos de chatarrización es un mecanismo transparente, aunque resaltó que la problemática para acelerar el mecanismo es la falta de confianza en el líder de las rutas de transporte. “Son temas internos, ya que realmente el proceso de bonificación se ha aplicado y ha estado funcionando. Es un tema de confianza dentro de las mismas rutas de transporte”.
Mientras que para el líder de la Ruta 1, Fernando Ruano, el programa de bono de chatarrización es bueno, el problema radica en las personas que conforman las empresas para sustituir los camiones, “ha sido un proceso difícil, se ha montado mucha gente a sacar los bonos, y han hecho trampa.
“Han sorprendido a las autoridades trayendo microbuses viejos para sacar los bonos. El problema es que se mete gente de afuera a conformar las empresas. El programa es bueno por parte de autoridades, el problema son los líderes que se quedan con los bonos“, refirió.
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Señaló que “padecemos que gente de fuera se meta a conformar las empresas y que no son los microbuses los que están dando de baja, sino personas terceras que se meten. Ahorita quieren sustituir todos los microbuses de Ermita Iztapalapa, cuando un microbusero bien o mal gana 28 mil o 30 mil pesos, mil pesos diarios, les quieren dar seis mil pesos al mes, 200 pesos diarios. Entonces el compañero se asusta y prefiere andar con el microbús toreando”, acotó.
Armando, uno de los choferes de la Ruta 14, señaló que entre los impedimentos que han encontrado son los diversos requisitos que deben tramitar ante diversas áreas. Además, comentó que integrantes de su ruta ya han participado en el Trolebús Elevado, que se ubica en Iztapalapa, para la conformación de la empresa que a la fecha opera, lo que llevó a sacar las unidades de circulación.
Sin embargo, refirió que hoy se mantienen todavía microbuses de esta línea que operan en otras alcaldías. “Hemos tenido contratiempos en relación a los diferentes áreas que tiene la Semovi, como el Registro Público de Transporte, control vehicular, jurídico, Invea, así como la Secretaría de Finanzas que también nos retrasa por adeudos que se tienen. Se necesitaría como un mando único para agilizar el proceso administrativo.
“La Semovi nos llega a pedir, por ejemplo, los últimos cinco recibos de tenencia, y surgen adeudos de 2012, entonces si no se liquidan, el trámite no se mueve”.
Para el señor Felipe, operador de la Ruta 22 , comprar un nuevo camión es “difícil”. “Estamos hablando de endeudarse por más de un millón de pesos. A veces sale y otras no, y hay gastos. Ser socio es complicado, no queda más que seguir de chofer o buscar en otro lado”, dijo.
Este medio consultó a la Secretaría de Movilidad (Semovi) y señaló que continúan los trabajos para la modernización del transporte, “el proceso resulta sencillo para los concesionarios que cuentan con toda la documentación de la unidad en regla, pues no se solicita nada adicional”, respondió.
Añadió que a la fecha hay ocho empresas en operación que benefician a cerca de 600 mil personas.
Entre ellas se encuentra Movilidad Interurbana, Integral y Turística (MIIT), Autobuses Legaria (Aulsa), Corredor División Del Norte-Vértiz (Codiversa), Autobuses Barrios De Culhuacán, Movilidad de Noreste (Movin), Corredor Taxqueña-Xochimilco-Milpa Alta (Cotaxomil), Corredor Azcapotzalco (Cotasa) y Zonal Xochimilco (Zoxo).